Avanza la exploración offshore en el Mar Argentino

El horizonte de la exploración offshore en el mar argentino acaba de expandirse. A pesar de la ausencia de estudios de impacto ambiental completos, el gobierno argentino ha decidido avanzar con nuevos planes de exploración. Este desarrollo promete sacudir la dinámica económica, política y ambiental del país.

Para quienes es la primera vez que escuchan este término, la exploración offshore implica la búsqueda y extracción de reservas de petróleo y gas ubicadas bajo el lecho marino. Este proceso se lleva a cabo en plataformas petroleras fijas o flotantes y es relevante para la economía de muchas naciones, incluida Argentina. 

Sin embargo, los impactos ambientales de la exploración offshore y de una posible instalación de un proyecto de extracción de crudo son cada vez más alarmantes. A continuación detallaremos el estado actual de los nuevos permisos de sondeo exploratorio y por qué es importante detenerlos para evitar las consecuencias de la explotación de petróleo. 

Avances en la primera perforación de exploración en Alta Mar argentino

Los nuevos permisos de sondeo exploratorio en la Cuenca Atlántico Norte otorgados a la petrolera noruega Equinor, socia de YPF y Shell, permiten entender una clara tendencia de explotación de combustibles fósiles en Argentina. 

Este verano, se iniciaría la primera perforación exploratoria en búsqueda de gas y petróleo a aproximadamente 300 kilómetros de la costa de Buenos Aires. La ubicación del pozo Argerich está en la puerta de entrada del Talud Continental, el principal corredor biológico del Mar Argentino, cuestión que alarma a organizaciones proteccionistas.

Otro factor no menor, es la inexistencia de la consultoría pública a la comunidad. Es decir que ni estudios ambientales ni la opinión pública entraron en juego en esta decisión que afecta directa e indirectamente tanto al medioambiente como a la sociedad. 

Si el fundamento de continuar con la explotación petrolera en el mar argentino se hace en base a las regalías económicas, lo cierto es que los únicos actores beneficiados son las empresas explotadoras, y no la comunidad argentina. 

Como si fuera poco, especialistas recalcan que la complejidad de esta perforación en alta mar es particularmente alta, debido a la profundidad del Argerich 1: 4.000 metros bajo el suelo. Técnicamente, una exploración offshore de este tipo es catalogada como deep water y presenta riesgos especiales, tal fue el caso del derrame de petróleo en el Golfo de México, Deep Horizon. 

Como contrapartida, la Fundación de Ambiente y Recursos Naturales presentó una medida cautelar climática ante la Justicia de la Nación que busca suspender las autorizaciones de exploración sísmica y la explotación de gas offshore. Que, además, pretende concientizar sobre los verdaderos riesgos de esta práctica al resto de la ciudadanía. 

Los desafíos ambientales y éticos de la exploración offshore en Argentina

Al autorizar la exploración sin tener en cuenta suficientes estudios de impacto ambiental, el país está ignorando un proceso crucial de evaluación de riesgos. Esta falta de precaución podría resultar en daños a la protección marina y poner en peligro diversas especies, así como también a las comunidades que allí viven. 

Además, los documentos que habilitaron la exploración offshore en el mar argentino califican a los impactos como “medios”, sin especificar a qué se refiere esa catalogación ni las consecuencias reales en el medio ambiente. 

Más específicamente, las técnicas de perforación en alta mar y sondeo exploratorio ponen en peligro ecosistemas frágiles y pueden resultar en catastróficos derrames de petróleo. Los cuales, dejan como resultado graves consecuencias en la biodiversidad marina y los ecosistemas vulnerables del Talud Continental argentino: una maravilla natural de importancia planetaria.

Sin embargo, un potencial derrame de crudo no es el único riesgo de poner en marcha un proyecto de extracción de hidrocarburos. Es importante también tener en cuenta otros puntos claves de la protección del medio ambiente:

• La necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero de manera urgente, según el Acuerdo de París.
• La conservación de la biodiversidad de la región y los profundos efectos en todo el ecosistema marino mundial.
• La tendencia a una transición energética hacia las energías renovables imperante en América Latina. 

Limitar las acciones de la noruega Equinor, significa entonces, un paso adelante del gobierno Argentino en cuanto a protección de derechos ambientales y una apuesta a despegarse de la energía basada en combustibles fósiles. Cuestión urgente en la región latinoamericana.