Descubren una innovadora forma natural de proteger los cultivos en la Caatinga brasileña

Un grupo de investigadores está desarrollando un recubrimiento comestible a base de mucílago de palma para proteger los cultivos en la Caatinga brasileña.

Brasil tiene una particular y exclusiva condición que no comparte con ningún otro país en el resto del mundo. Se trata de la caatinga, un bioma que está presente únicamente allí y que abarca el 10% del territorio nacional.

Entre las zonas en que se encuentra, está la región del Semiárido, en donde viven más de 20 millones de personas. Caatinga significa bosque blanco, dado el color característico que adquiere la vegetación durante los periodos más secos. Periodos que, a causa del cambio climático, impactan cada vez con mayor fuerza, aceleran el proceso de desertificación y provoca escasez hídrica.

En medio de este panorama complejo, los agricultores y familias campesinas de la región registran problemas para conservar sus cultivos, siendo esta la actividad principal que sostiene su economía.

Por eso, la solución que encontraron los científicos de WTT (World Transforming Technologies) en conjunto con el INSA (Instituto Nacional del Semiárido), puede generar un impacto muy significativo: el uso del mucílago de palma para proteger la producción.

caatinga brasileña

Créditos: Instituto Nacional del Semiárido (INSA)

Las pérdidas post-cosecha en la caatinga brasileña

Luego de investigaciones en el territorio, el equipo de trabajo llegó a la conclusión de los grandes desafíos que enfrentaba la agroecología del Semiárido en la caatinga. Particularmente, el problema de las pérdidas post cosecha, que destruye el cultivo y alcanza cifras descomunales.

Según explica Gaston Kremer, gerente de programas de WTT, las razones de esos contratiempos acarrean varios factores. Va desde la cosecha en sí misma que se pierde hasta lo que implica su transporte.

También impacta en el almacenamiento, una etapa que significa un gran costo de energía porque deben refrigerar el cultivo, y que por las características de los agricultores de la caatinga brasileña y su escasez de recursos es una tarea difícil de afrontar.

Además, las familias suelen estar alejadas geográficamente de los espacios de comercialización y no reciben asistencia. Si a esto se suma el impacto de fuertes sequías, la agricultura para la comunidad es realmente compleja. “Por todos estos criterios entendimos que el desarrollo de esta tecnología de uso de mucílago de palma puede cambiar el juego”, argumenta Kremer.

Retrasar la maduración: la estrategia principal

La potencialidad del mucílago de palma es un gran descubrimiento. Abunda en la caatinga y es de bajo coste, y su implementación en el cultivo no implica mayores dificultades.

El mucílago es como una especie de líquido viscoso, parecido al aloe vera, que se haya dentro de la planta de la palma. Combinándolo con la fécula de mandioca, otro elemento natural del Semiárido, funciona como una capa de protección.

Mango, mamón, guayaba, frutos comunes y muy comercializados en la región, pueden ser revestidos del mucílago y así lograr el objetivo principal: retrasar su maduración. Esto es porque durante el proceso de maduración, si no se cuidan correctamente, pueden empezar a presentar hongos u otras cuestiones que, finalmente, terminan por dejarlo en malas condiciones.

una forma de proteger los cultivos de la caatinga brasileña

Créditos: Instituto Nacional del Semiárido (INSA)

Ahorro de dinero, una ventaja

Aplicando el mucílago de palma, se puede ganar hasta 7 días en el proceso de maduración, que por características del tipo de agricultor o la cooperativa que hará uso del recurso, es muy significativo. De hecho, las repercusiones en términos económicos son muy contundentes.

“Lo que muchos nos han dicho es que ya con ganar 3 o 4 días antes de ponerlo en la heladera, les permite ahorrar mucho dinero”, señala el representante de WTT. “Porque cuando llegan los frutos del campo, no es necesario colocarlos inmediatamente en la cámara fría para su refrigeración. Pudiendo ganar hasta 7 días, es un ahorro impresionante”, agrega.

Menos refrigeración significa menos energía, y menos energía significa menor costo económico.

El mucílago de palma y un cambio cultural

Curiosamente, el mucílago de palma no tiene atractivo comercial en la actualidad. Para Kremer se trata de algo cultural. De hecho, la palma tiene una importancia muy grande para la alimentación animal, pero existe un prejuicio hacia ella como un recurso únicamente para ese fin.

“Eso es absurdo porque tiene un gran potencial hasta para la alimentación humana, o para una bioeconomía que trabaje con la palma para otros usos, como el que nosotros le queremos dar”, sostiene.

También lo vincula con una falencia en el sistema científico. “No hay sistemas de incentivos que permiten llevar el conocimiento de la ciencia para estos contextos de pobreza o territorios como los del Semiárido, el Amazonas o el Gran Chaco”, explica Kremer.

La ciencia en las comunidades vulnerables

Es por eso que WTT busca enlazar la participación social con los procesos de desarrollo científico. No solo por una cuestión ética, sino también porque la diversidad de esos procesos ofrece soluciones muy positivas en distintos escenarios.

Y no es para nada negar lógicas económicas, sino trabajar con grupos que son subrepresentados y están lejos de los espacios de ecosistemas de innovación y visión. Nosotros trabajamos justamente con la fuerza de las colaboraciones de diversos sectores, donde también hay excelencia y posibilidades de transformación, y se puede generar impacto socio ambiental en tiempos de crisis climática”.

Un recubrimiento comestible a base de mucílago de palma para proteger los cultivos de la Caatinga brasileña

Créditos: Instituto Nacional del Semiárido (INSA)

Patentar la idea, nuevas pruebas y trabajo con el gobierno: próximos pasos

Mientras esperan que salga la aprobación de la patente del mucílago, continúan realizando estudios para conocer el alcance de esta tecnología. Es decir: qué haría falta para que pueda ser ampliamente usada. Por ejemplo, volverlo polvo al mucílago para que más personas puedan transportarlo, o definir si el sistema funciona mejor en los hogares particulares o es mejor que lo manejen las cooperativas.

Una de las grandes estrategias de cara al futuro es articular con el gobierno de Brasil y su programa de compras públicas. Aprovechar la legislación que regula que el 30% de lo que se compra para la alimentación en dependencias gubernamentales debe proceder de la agricultura familiar, y generar alianzas con gobiernos no solo locales, sino también provinciales y federales.  

“Nuestra hipótesis es que esta tecnología podría apoyar que las escuelas puedan comer frutos frescos, y así incluir más agricultores familiares en esas cadenas”, señala Kremer.