Fracking en Vaca Muerta: los sismos que azotan a la región

Vaca Muerta, un reservorio de crudo situado en el oeste de Argentina, es conocido por ser uno de los yacimientos de petróleo y gas no convencionales más importantes del mundo. 

Sin embargo, su explotación a través del fracking ha traído consecuencias graves, tanto para el medio ambiente como para las comunidades locales. En este artículo, exploraremos en particular la relación entre el fracking en Vaca Muerta y los sismos que se vienen registrando en la región.

Fracking en Vaca Muerta

El fracking, o fractura hidráulica, es una técnica de extracción de hidrocarburos que consiste en inyectar agua, arena y productos químicos a alta presión en el subsuelo para romper la roca y liberar el gas o petróleo atrapado.

La formación de Vaca Muerta tiene un área de aproximadamente 30,000 km², con un espesor que varía de 30 a 400 metros que se extiende por las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza.

Según la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA), Vaca Muerta es una de las formaciones de shale más grandes del mundo. Se estima que la formación tiene recursos técnicamente recuperables de 458.510 billones de centímetros cúbicos de gas y 6.8 mil millones de barriles de petróleo.

A lo largo de estos años, el desarrollo de Vaca Muerta ha sido impulsado por compañías de energía nacionales y extranjeras, como Tecpetrol (Grupo Techint), YPF, Chevron, Total, Vista, Shell, Sinopec, ExxonMobil, Pan American Energy, Petronas, Pluspetrol, Wintershall, Pampa Energía, entre otras. 

¿Qué provoca los sismos en Vaca Muerta?

Según un informe de la revista Nature, existe una vinculación directa entre la actividad de fracking y los sismos que se han registrado en la región de Vaca Muerta. 

Los sismos son terremotos de menor magnitud, pero que pueden llegar a causar daños considerables en la infraestructura y la vida cotidiana de las personas. En este caso, el proceso de fracking puede causar lo que se conoce como sismos inducidos o sismos antropogénicos. Estos no son sismos naturales, sino sismos causados por actividades humanas.

¿Pero cómo se generar los sismos en Vaca Muerta? Cuando se inyecta el fluido a alta presión en la roca, puede alterar las tensiones existentes en el subsuelo y causar el deslizamiento de las fallas preexistentes, lo que puede resultar en un sismo. Además, la eliminación de los fluidos de desecho del fracking inyectándolos en pozos profundos también puede provocar sismos.

Estos sismos suelen ser de baja magnitud, pero, en algunos casos pueden ser lo suficientemente fuertes como para ser sentidos en la superficie y causar daños. Hay un creciente reconocimiento de este problema en muchas partes del mundo donde se realiza el fracking, y se están realizando investigaciones para entender mejor los riesgos y cómo manejarlos.

¿Cuáles son las consecuencias de los sismos en Vaca Muerta?

Los sismos en la región de Vaca Muerta pueden tener varias consecuencias, tanto para el medio ambiente como para las comunidades locales. Algunas de las más destacadas son:

Daños estructurales a causa de los sismos

Los sismos, incluso de baja magnitud, pueden causar daños en edificaciones, infraestructuras y carreteras cercanas. En algunos casos, estos daños pueden ser severos y representar un riesgo para la seguridad de las personas y sus propiedades.

En el caso de Sauzal Bonito, un pueblo ubicado a 120 kilómetros de Neuquén capital y en las bases de Vaca Muerta, el primer sismo se sintió en 2017 y el récord se cumplío en 2019: 30 temblores en un día. 

El 7 de marzo de marzo de ese año se produjo el temblor más fuerte en la zona con una magnitud 4,9 en la Escala Richter. En septiembre 2023 hubo seis temblores.

Impacto en la salud de la comunidad

Los sismos pueden causar estrés y ansiedad en las comunidades locales, especialmente si son recurrentes o de magnitud suficiente como para ser sentidos. Además, si los sismos dañan infraestructuras como tuberías de agua o gas, podrían generar problemas de salud y seguridad.

De hecho, el informe cuenta que estos sismos transformaron de manera radical la vida en la zona. No solo hubo casas con grietas e incluso algunas que tuvieron que ser demolidas, sino que también perturbó la paz y la tranquilidad, generando temor en muchas personas. Esto provocó mudanzas e incluso algunas familias empezaron a dormir en carpas por miedo a que los techos se desplomaran.

Además, la presencia de sismos en Vaca Muerta puede generar tensiones entre las comunidades locales, las empresas de extracción de petróleo y gas, y las autoridades gubernamentales. 

Contaminación del agua

Los sismos inducidos por fracking podrían afectar las formaciones rocosas subterráneas y, en casos extremos, provocar la migración de fluidos de fracking o contaminantes hacia acuíferos de agua dulce, afectando la calidad del agua y poniendo en riesgo la salud de las personas y el medio ambiente.

Como si fuera poco, el impacto de la explotación de hidrocarburos mediante fracking no se limita a Vaca Muerta. A nivel nacional, esta técnica ha generado preocupaciones en torno a su efecto sobre el cambio climático, la salud pública y la sustentabilidad de los ecosistemas. 

A pesar de las protestas y reclamos sobre la necesidad de buscar alternativas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y las comunidades locales, la industria del fracking continúa expandiéndose en diferentes regiones de Argentina.