Comunidades energéticas: transformando la energía en Colombia

El papel de las comunidades energéticas en Colombia, beneficios, iniciativas y desafíos que enfrentan en su camino hacia un futuro sostenible.

En la actual lucha contra el cambio climático, que se vuelve cada vez más crítica, las comunidades energéticas se destacan como una solución innovadora. Estas permiten que los ciudadanos generen, consuman y gestionen su propia energía, fortaleciendo así su autonomía y contribuyendo al desarrollo sostenible del país.

En Colombia, las comunidades energéticas han tomado un papel importante, y con ello se han destacado varias iniciativas y organizaciones que promueven un enfoque energético más sostenible y equitativo. Sin embargo, aún enfrentan numerosos desafíos en su implementación y desarrollo.

En este artículo, exploraremos qué son las comunidades energéticas, cuáles son sus proyectos e iniciativas, qué retos se presentan a futuro y por qué son fundamentales para la transición energética de Colombia.

¿Qué es una comunidad energética?

Según la organización Comunidades Energéticas, son organizaciones legales constituidas por una variedad de socios, que pueden incluir individuos, asociaciones, pequeñas y medianas empresas, entidades gubernamentales, entre otros. 

De esta manera, son cooperativas de diversos actores que se unen en proyectos de energías renovables. Las comunidades, de manera voluntaria y colectiva, definen sus metas orientadas a beneficiar en términos de energía, sociedad, medio ambiente y economía, a sus miembros y al contexto en general.

La principal característica de las comunidades energéticas en Colombia es que “se construyen sobre el concepto del autoconsumo energético local, lo que implica la producción de energía para uso propio, individual o colectivo y en el mismo lugar en el que se genera, lo que puede hacerse, por ejemplo, a través de la instalación de paneles solares”, tal como sostiene la Alcaldía de Medellín, donde ya funciona la primera comunidad energética en el barrio El Salvador.

El Salvador, en Medellín, existe la primera comunidad energética de Colombia

Crédito: Alcaldía de Medellín.

¿Qué impactos generan los proyectos de las comunidades energéticas?

Las comunidades energéticas presentan diversos beneficios tanto para la comunidad local, como para el país en cuestión y para el medio ambiente en general:

Impactos positivos en el cambio climático

El sector energético es el principal contribuyente a la emisión de gases de efecto invernadero, siendo responsable de dos tercios de estas emisiones según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Por lo tanto, adoptar fuentes de energía renovable y aplicar prácticas de eficiencia energética, es una manera de mitigar el cambio climático y proteger nuestro planeta.

Brinda beneficios económicos a la comunidad local

Los proyectos de comunidades energéticas tienen la capacidad de disminuir los costos de desarrollo y operación, al volverse escabeles y convertirse en proyectos de gran magnitud. Asimismo, las propuestas de energía cooperativa generan un efecto positivo en la comunidad local, creando empleos y dinamizando la economía local.

Democratiza la energía y otorga transparencia al sistema

El trabajo de las comunidades energéticas permite que aquellos que, por diversos motivos, no pueden tener sus propios sistemas de generación de energía, tengan acceso a la generación local de energía renovable.

Además, la producción descentralizada de energía permite a los ciudadanos entender mejor de dónde proviene su energía, facilitando su participación en la generación de la misma y entendiendo la importancia de generar este cambio en la cultura de consumo. 

En otras palabras, las comunidades se vuelven actores de cambio de la transición y la diversificación energética.

las comunidades energéticas son fundamentales para la transición energética.

Créditos: Pixabay

¿Quiénes integran el sector de las comunidades energéticas en Colombia?

Una de las iniciativas más reconocidas en Colombia es la del barrio El Salvador en Medellín, que se destaca por ser la primera comunidad energética del país. Los habitantes de este barrio han sido pioneros en la generación y gestión de su propia energía, creando un modelo replicable para otras comunidades colombianas.

En este caso, un grupo de familias trabajadoras de clase media tomó la iniciativa de operar la primera comunidad que suministra energía solar al Sistema Interconectado Nacional (SIN) de Colombia, un suceso considerado un hito histórico en la transición energética del país.

En un contexto más amplio, la organización Ambiente y Sociedad ha impulsado varias iniciativas de energías renovables a nivel comunitario en todo el país. A través de sus programas, esta organización trabaja en la capacitación de las comunidades locales en el uso y manejo de las energías renovables, fomentando así una mayor conciencia ambiental y una transición energética más inclusiva.

Por otro lado, entidades como Energía Coop surgieron como un referente en el sector de las cooperativas de energía. Su labor se centra en promover y facilitar el acceso a energías renovables y a tecnologías limpias, creando así un impacto positivo en la comunidad y el medio ambiente. Algunas de las iniciativas más destacadas son:

¿A qué desafíos se enfrentan las comunidades energéticas?

A pesar de las múltiples ventajas que las comunidades energéticas tienen, existen desafíos significativos que obstaculizan la concreción de sus proyectos:

  • Las barreras técnicas y financieras de las cooperativas.
  • La falta de capacitación y conocimiento en energías renovables.
  • La necesidad de una regulación clara y consistente que apoye la transición hacia una energía más sostenible y comunitaria.
  • Los potenciales conflictos de intereses que se pueden dar con empresas generadoras de energías tradicionales. 

Estos puntos débiles requieren de cooperación estatal para ser solventados, y ahí es cuando las acciones gubernamentales se vuelven un factor clave. 

las comunidades energéticas son una forma de soberanía energética.

Créditos: Kindel Media

Iniciativas del gobierno colombiano para promover las comunidades energéticas

El gobierno colombiano ha desempeñado un papel decisivo en el fomento de la transición hacia fuentes de energía sostenibles y renovables a través de diversas iniciativas para promover las comunidades energéticas. Mediante una combinación de incentivos económicos, marcos normativos y campañas de educación pública, el gobierno ha creado un entorno propicio para el crecimiento y el éxito de las comunidades energéticas:

  • Los incentivos económicos, como exenciones fiscales, subvenciones y ayudas, han sido fundamentales para fomentar el desarrollo de proyectos de energía solar, eólica e hidroeléctrica. 
  • El gobierno también ha colaborado con organizaciones internacionales y entidades no gubernamentales para proporcionar apoyo técnico y capacitación a las comunidades energéticas. 
  • Además, el gobierno ha puesto en marcha marcos normativos para garantizar que las comunidades energéticas tengan un acceso justo a la red energética nacional, y ha agilizado el proceso de concesión de licencias y permisos para los proyectos energéticos.
  • Para concienciar y educar al público sobre las ventajas de las comunidades energéticas, el gobierno ha lanzado campañas públicas y programas educativos. Mediante la divulgación de historias de éxito, como la de la Primera Comunidad, el gobierno ha mostrado las repercusiones sociales, económicas y medioambientales positivas de las iniciativas energéticas. 

Esto no sólo anima a más comunidades a adoptar las energías renovables, sino que también fomenta un sentimiento de propiedad y orgullo comunitario. Sin embargo, Ambiente y Sociedad sostiene que las comunidades energéticas buscan distanciarse de la transición energética corporativa para lograr una soberanía energética del pueblo. 

En conclusión, las comunidades energéticas en Colombia representan una oportunidad única para abordar los retos del cambio climático y la desigualdad energética. A través de iniciativas locales y el apoyo de organizaciones comprometidas, estas comunidades están mostrando el camino hacia un futuro energético más sostenible y equitativo.