Vaca Muerta (Neuquén): Cómo afecta a Argentina
Al tratarse de combustibles fósiles, la explotación de las reservas de petróleo y gas de Vaca Muerta en Neuquén tiene efectos en la salud.
Al tratarse de combustibles fósiles, la explotación de las reservas de petróleo y gas de Vaca Muerta en Neuquén tiene efectos en la salud.
Al tratarse de combustibles fósiles, la explotación de las reservas de petróleo y gas de Vaca Muerta, en la Provincia de Neuquén, contribuye a más contaminación, resultando en un alto impacto económico, ambiental y en salud.
A pesar de que Argentina tiene un importante potencial para el desarrollo de energías renovables, los combustibles fósiles siguen siendo la fuente de energía dominante del país.
La nación tiene un desafío crítico para reconciliar la sostenibilidad ambiental con el crecimiento económico y el progreso. De otro modo, el cambio climático y la degradación ambiental podrían limitar los objetivos de crecimiento futuro y afectar negativamente el bienestar de los argentinos.
Formación Vaca Muerta en la Cuenca Neuquina: Una bomba de CO2
Las reservas de petróleo y gas de esquisto – o shale – técnicamente recuperables de Vaca Muerta son las segundas y cuartas más grandes del mundo respectivamente. Explotar la Cuenca Neuquina en su totalidad le costaría al país alrededor de 50 billones de toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Esto es grave, porque las estimaciones indican que en América Latina y el Caribe, más de 100 millones de personas están expuestas a niveles de contaminación del aire superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Argentina, son las zonas urbanas donde más polución del aire se observa. Buenos Aires marcó un promedio de contaminación con material particulado (MP2.5) casi seis veces mayor al umbral de 10 µg/m3 que recomendó la OMS en 2016, en Córdoba el índice fue tres veces superior y en Mendoza fue el doble.
La formación Vaca Muerta y la contaminación
Más del 90 por ciento de la población del país reside en zonas urbanas. Por lo tanto es clave garantizar la transición hacia una economía baja en carbono y así reducir el impacto de la contaminación en la salud humana y el medio ambiente. Incluso si esto implica dejar las reservas de petróleo de Vaca Muerta en el subsuelo de la Cuenca Neuquina.
¿Cómo impacta la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en la salud?
Al reducir los niveles de contaminación, los países reducen el riesgo de enfermedades cerebrovasculares y cardíacas, cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias crónicas y agudas, incluido el asma.
La contaminación del aire, resultado de la quema de combustibles fósiles, causa 3,6 millones de muertes al año globalmente. Esto es seis veces el número anual de muertes por todos los asesinatos, muertes en guerra y ataques terroristas combinados.
El costo de oportunidad de Vaca Muerta lo aportaría la salud de la población
Según la OMS, los efectos de la contaminación del aire en la salud impactan tanto a personas de zonas urbanas como rurales, aunque en diferente medida. Por lo tanto, cuanto más bajos los niveles de polución, mejor la salud cardiovascular y respiratoria de la población en general, a corto y a largo plazo.
De esta manera, el costo de oportunidad de Vaca Muerta y el desarrollo de la economía en torno a la explotación y el consumo de combustibles fósiles, en gran parte, lo aporta la salud de la población en general. Conscientes de ello, Argentina se ve en la necesidad de moverse hacia una economía más limpia y con oportunidades que contribuyan a un crecimiento sostenible, si quiere mejorar la calidad de vida de la población.
La contaminación del aire tiene un costo de millones de dólares para Argentina
El Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina en 2018 fue de USD $517.6 billones. El costo de la contaminación del aire subió casi al 4 por ciento del PIB en 2018, un porcentaje alto en comparación con métricas internacionales. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) han incrementado de forma constante en el país, siendo el sector energético el principal contribuyente individual.
Combustibles fósiles, petróleo y gas en Argentina
En 2019, el 84 por ciento de la energía primaria de Argentina provino de combustibles fósiles, principalmente petróleo y gas. A estas emisiones por generación de energía, se suman las emisiones ligadas a la explotación de gas con la técnica del fracking en Vaca Muerta.
Fracking en Vaca Muerta y la contaminación del aire con metano
El gas natural es básicamente metano y estudios estiman que durante todo el proceso de explotación con la técnica del fracking, utilizada en Vaca Muerta, se filtra entre el dos y el seis por ciento de la producción a la atmósfera.
En septiembre del 2019, se registró una fuga de gas que se convirtió en un incendio descontrolado en un pozo de fracking de la empresa petrolera estatal YPF en Vaca Muerta. “Este incendio es una muestra más de la falta de regulación por parte de las autoridades y de los riesgos del fracking. Mientras tanto, se sigue liberando dióxido de carbono a la atmósfera y contribuyendo al cambio climático”, expresó Leonel Mingo, miembro del equipo de Greenpeace Argentina.
Minimizar estas emisiones es importante porque el metano calienta el clima 80 veces más que una cantidad equivalente de CO2 durante los primeros 20 años después de su emisión. Esto es según el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático. Después de este periodo, la mayor parte del metano se convierte en CO2, que puede durar cientos de años más.
Los efectos por el calentamiento del planeta también ponen a los argentinos en situación de vulnerabilidad con diferentes riesgos, como inundaciones urbanas y mayor presión por suministro de agua.
¿Cuánto contribuye a la producción de gas la Provincia de Neuquén?
Neuquén es hoy la provincia del shale gas – gas de esquisto – extraído mediante fracking. La producción total de la provincia en 2020 fue de 24.644 millones de metros cúbicos (MMm3), el 68 por ciento de esta cantidad proveniente de no convencionales, principalmente del shale de Vaca Muerta.
Con el nuevo Plan Gas 4.0, el Gobierno espera producir un mínimo de 25.550 MMm3 anuales entre 2021 y 2024. Para ello, adjudicó volúmenes diarios – todos en la Cuenca Neuquina – a 16 empresas petroleras en diciembre de 2020. Tanto la producción como el consumo residencial de gas reciben subsidios gubernamentales. Así que, para el, 2021 la suma proyectada del subsidio para el consumo residencial será de USD $1.232 millones.
Grupos ambientales y comunidades Mapuche protestan por Vaca Muerta
Sin embargo, los detractores de los incentivos del Gobierno para promover la industria del fracking para gas y petróleo en Vaca Muerta argumentan que el costo que los hidrocarburos suponen en materia de emisiones es demasiado alto. “Reforzar los incentivos a la producción del gas (…) en este contexto de emergencia climática es negar las evidencias científicas y volver a recetas que ya fracasaron”, expresó Greenpeace en relación con los presupuestos de gas de Vaca Muerta para los próximos cuatro años.
Comunidades indígenas Mapuche de Neuquén, tal como otros grupos y sectores de la población, se han unido en las protestas contra las secuelas que los pozos de fracking y la industria de hidrocarburos no convencionales les han dejado de saldo con la producción de petróleo y gas en la formación Vaca Muerta.
Hay potencial para energías renovables. ¿A qué velocidad se da la transición?
Ante este panorama, las fuentes de energía renovable suponen una alternativa viable para una economía más limpia que la centrada en gas y petróleo. Además, ofrecen oportunidades de inversión y empleo que contribuyen a un crecimiento sostenible. Aunque Argentina tiene un importante potencial energético renovable, este permanece, en gran medida, sin explotar.
El país está comprometido con el Acuerdo de París para limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Este compromiso incluye el objetivo de aumentar hasta el 20 por ciento la participación de la energía renovable en la combinación energética para 2025.
La política del gas y petróleo en la formación Vaca Muerta
En las próximas décadas, será necesario reducir más rápidamente la proporción de combustibles fósiles en la matriz energética de Argentina y reemplazarlos por fuentes de energía bajas en carbono. Pero, con la mira puesta en el desarrollo de gas y petróleo no convencionales, el país necesita políticas que alineen el desarrollo económico con sus metas ambientales para aprovechar oportunidades de inversión sostenible.
Las inversiones en el sector de los combustibles fósiles, como el fracking en Vaca Muerta, tienen el potencial de ser impulsores de crecimiento económico. No obstante, cuando no se gestionan adecuadamente, pueden producir resultados no deseados y, en cambio, causar daños económicos, sociales y medioambientales. La prosperidad, apalancada por la explotación de hidrocarburos como los de Vaca Muerta, no puede desarrollarse a costa de la habitabilidad, la calidad de vida y la salud.
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