Minas de carbón en Colombia: ¿un negocio insostenible?

¿Sabías que Colombia es uno de los principales exportadores de carbón en América Latina? Sí, las minas de carbón en Colombia generan importantes ingresos para el país, pero también plantean una serie de desafíos ambientales que no podemos ignorar. La minería de carbón está directamente vinculada con las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero. 

En este contexto de cambio climático, es esencial preguntarnos: ¿las minas de carbón en Colombia son su única vía para el desarrollo económico? La respuesta es no. Colombia goza de una variedad de recursos naturales que podrían ser la clave para una transición energética más sostenible. 

¿Pero cuál es exactamente el debate que se genera en torno a este combustible fósil y por qué hay tanta reticencia a la hora de pensar una alternativa limpia? 

El peso de las minas de carbón en la economía Colombiana

La minería de carbón es uno de los pilares económicos de Colombia. Con una producción que supera los 85 millones de toneladas anuales, no es de extrañar que el país sea uno de los exportadores de carbón más grandes de América Latina. 

En este sentido, las minas de carbón en Colombia generan una cantidad significativa de empleo y contribuyen al Producto Interno Bruto nacional. Además, las regalías del carbón financian proyectos de infraestructura y desarrollo social. Sin embargo, esta dependencia del carbón tiene un lado oscuro y que puede ser aún más costoso que sus ganancias: el impacto ambiental.

Las emisiones de metano a causa del carbón: el lado b de la minería

Cuando se habla de minería de carbón, el tema de las emisiones de metano es como el elefante en la habitación: grande, evidente pero, sorprendentemente, a menudo ignorado. Entonces, ¿por qué son tan preocupantes las emisiones de metano provenientes de las minas de carbón en Colombia?

Primero, hay que entender que el metano es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono (CO2). Aunque su vida útil en la atmósfera es más corta, su impacto en el calentamiento global durante un período de 20 años es 84 veces mayor que el del CO2.

En el caso de Colombia, la extracción de carbón no es solo una actividad superficial. Muchas minas son subterráneas, lo que implica liberar metano atrapado en las vetas de carbón durante el proceso de excavación. Este gas no solo se dispersa en la atmósfera, sino que también puede acumularse en las propias minas, convirtiéndose en un riesgo para la seguridad de los trabajadores mineros.

¿De cuánto metano estamos hablando?

La cantidad exacta de emisiones de metano provenientes de las minas de carbón en Colombia puede variar, pero lo cierto es que contribuyen significativamente al total de emisiones del país. 

Y aquí es donde la alarma se dispara: Colombia tiene ambiciosas metas de reducción de emisiones, y el metano de las minas de carbón podría ser un obstáculo considerable para alcanzar esos objetivos.

A diferencia de lo que sostiene el ámbito privado y estatal con respecto a las grandes regalías de la industria minera en Colombia, un nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo afirma que: “No emprender acciones en materia de adaptación al cambio climático implica mayores riesgos para el país en comparación con sus pares regionales y globales”.

Para el año 2050, se estima que el impacto de las inundaciones en Colombia afecte a tres veces más personas que hoy en día. Además, los días con temperaturas que superen los 35°C podrían aumentar hasta casi seis veces. Y no solo eso, las interrupciones en servicios e infraestructuras debido a cambios climáticos podrían alcanzar a un 60% más de la población colombiana.

Alternativas a las minas de carbón en Colombia: ¿ola verde o necesidad real?

Entender la relación entre la minería de carbón y las emisiones de metano es fundamental para cualquier esfuerzo serio que busque equilibrar desarrollo económico con sostenibilidad ambiental. Ahí es donde entra el compromiso tanto de las autoridades como de la ciudadanía para exigir prácticas más limpias y sostenibles en la explotación del carbón.

Colombia tiene el potencial de liderar una transición energética en América Latina, alejándose del carbón y apostando por alternativas más sostenibles. El cambio no solo es necesario, sino que es imperativo para el bienestar de todos. ¿Pero cuáles son las acciones concretas que derivan de esta necesidad de virar la matriz energética a la sustentabilidad?

Inversión en fortaleza adaptativa

• Hacer más robustos los sectores del transporte y la energía para enfrentar futuros desafíos como sequías e inundaciones.
• Complementar estos esfuerzos con la preservación y rehabilitación de zonas forestales.
• Utilizar y fortalecer los existentes mecanismos de gestión de riesgos de desastres en Colombia.

Disminución rápida de emisiones

• Abordar de manera urgente el incremento en la emisión de gases que intensifican el efecto invernadero.
• Frenar de forma efectiva la deforestación y minimizar las emisiones del sector ganadero.
• Cubrir las crecientes demandas de energía de manera sostenible, priorizando energías limpias como la solar y la eólica.
• En transporte, impulsar la movilidad eléctrica y desarrollar más infraestructuras para el transporte público y no motorizado.

Protección de grupos vulnerables

• Anticipar y mitigar pérdidas de empleo e ingresos, especialmente en sectores como el carbón y el petróleo que se verán afectados por la transición energética.
• Implementar estrategias para la reconversión laboral y el desarrollo de nuevas actividades económicas.
• Fortalecer y adaptar los programas de protección social para ofrecer un respaldo eficaz a las comunidades más desfavorecidas.

En conclusión, dejar atrás las tradicionales minas de carbón en Colombia, y en consecuencia, aprovechar la gran cantidad de recursos renovables que tiene la región puede transformarla en una pionera de la transición energética latinoamericana. Escenario que hoy, más que un ideal se vuelve urgente.