Migrantes climáticos: qué son y cuál es la situación en América Latina

Una de las consecuencias más devastadoras del cambio climático son los migrantes climáticos. A raíz de los fenómenos climáticos extremos, comunidades enteras deben dejar el lugar que alguna vez fue su hogar y enfrentarse a más de un desafío en el camino. 

Las migraciones por desastres naturales son cada vez más frecuentes y afectan no sólo a la población castigada por el clima, sino también a esos nuevos territorios que hoy ocupan. Por su parte, Latinoamérica se construye como una región muy vulnerable ante estos eventos, ya que las ciudades de acogida presentan sus propios inconvenientes al hora de recibir estas olas migratorias. 

¿Pero qué son exactamente los migrantes climáticos y cómo se distribuyen por América Latina?

¿Qué son los migrantes climáticos?

Los migrantes climáticos son todas aquellas personas que se ven forzadas a abandonar su hogar o lugar de residencia debido a los efectos negativos del cambio climático en estas zonas. Por ejemplo, las sequías, inundaciones, fuertes tormentas, elevación del nivel del mar y otros fenómenos ambientales extremos que hacen imposible vivir en esas áreas.

Es importante destacar que, a menudo, los migrantes climáticos pertenecen a regiones previamente castigadas por contexto socio-económicos desfavorables, las cuales no pueden recuperarse luego de un evento climático extremo. 

¿Cuál es la diferencia entre un migrante y un migrante climático?

Los migrantes climáticos son diferentes a los migrantes tradicionales, es decir aquellas personas que migran con el objetivo de buscar mejores oportunidades económicas, familiares o políticas en otros lugares. 

En este caso, los migrantes climáticos se ven obligados a abandonar sus hogares debido a condiciones ambientales inseguras y, en la mayoría de los casos, no tienen la opción de regresar.

Según la oficina del Alto Comisionado para Refugiados de las Naciones Unidas, “todos los años, los desastres naturales obligan a un promedio de 21,5 millones de personas a abandonar sus viviendas en todo el mundo”. De esta manera, se entiende que si los impactos del cambio climático continúan afectando en esta o mayores proporciones a las comunidades, esta cifra aumentaría en el corto plazo. 

Asimismo, este tipo de migrante no es reconocido como un refugiado en la Convención de Refugiados de 1951, lo cual es sumamente desfavorable para estas personas porque dicha ley ofrece protección legal solo si una persona huye debido a persecuciones por su raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas o pertenencia a determinado grupo social. 

En la actualidad, los migrantes climáticos están desprotegidos ante el Estado y las leyes. 

Consecuencias de la migración por cambio climático

Además del destierro y movimiento forzado de las comunidades, los migrantes climáticos sufren una serie de consecuencias que afectan no sólo a las personas en cuestión, sino también a los lugares de acogida. Algunas de ellas son:

Pérdida de vidas humanas 

Las migraciones forzadas por el cambio climático pueden llevar a la pérdida de vidas humanas debido a las condiciones peligrosas de viaje y los riesgos asociados con la migración ilegal e irregular.

Además, el momento crítico que obliga a las personas a migrar por causas climáticas, también presenta riesgos físicos como la exposición a climas hostiles y condiciones de vida extremas. 

Cambios en la demografía de ambas comunidades 

Las migraciones pueden alterar la composición demográfica de las comunidades afectadas y las comunidades receptoras. Tanto el lugar de origen como el lugar de acogida se ven modificados por la llegada de nuevas comunidades que buscan un mejor horizonte de vida.

La inserción de estos grupos en una comunidad preexistente puede afectar la dinámica social, económica y política de las mismas.

Presión sobre los recursos y la infraestructura

En este sentido, las migraciones masivas generalmente desarrollan una enorme presión sobre los recursos y la infraestructura de las comunidades receptoras, lo que puede afectar el acceso a los servicios básicos y agravar los problemas de pobreza y desigualdad de las comunidades migrantes en este nuevo territorio.

Asimismo, al no reconocerse como refugiados, se encuentran por fuera de la ley y sin protección estatal que vele por sus derechos humanos. 

Conflictos y tensiones sociales

Todas estas consecuencias de las migraciones climáticas forzadas son propensas a aumentar los niveles de tensión social y conflictos entre las comunidades receptoras y las personas migrantes. 

Especialmente, esto ocurre si no se abordan adecuadamente las necesidades y derechos de las personas migrantes, así como la falta de un plan integral que contemple los derechos de las comunidades receptoras.

Pérdida de cultura y conocimientos tradicionales

Por último, las migraciones pueden llevar a la pérdida de cultura y conocimientos tradicionales de las comunidades afectadas, lo que puede tener consecuencias a largo plazo para la conservación de la diversidad cultural y la biodiversidad de la región.

¿Cuáles son las características de las migraciones climáticas de América Latina?

Es fundamental entender que las migraciones climáticas son un fenómeno heterogéneo que afectan de diferentes maneras en cada caso. Algunas comunidades se ven obligadas a abandonar sus hogares a causa de un fuerte temporal que destruyó todo en su camino, mientras otras ya no encuentran oportunidades para trabajar sus tierras. 

Según el Banco Interamericano de Desarrollo, los desplazamientos causados por desastres naturales en la región son principalmente el resultado de amenazas climáticas o hidrometeorológicas, representando un 64% del total de migraciones climáticas entre 2008 y 2020. 

En comparación, las amenazas geofísicas, como los sismos, representan un 46%. Dentro de las amenazas climáticas más recurrentes de Latinoamérica, las inundaciones son las causantes de más de 7 millones de desplazamientos. 

De acuerdo con la publicación Latinoamérica 21, el caso de Brasil que ocurrió en el año 2020 a causa de las abundantes lluvias tropicales fue abrumador: más de 358.000 personas se encontraron en situación de emergencia climática y se vieron forzadas a abandonar sus hogares. 

En contraparte, las regiones andinas sufren de sequías y climas extremos que afectan negativamente a la producción agrícola. Causa por la cual deben migrar en búsqueda de territorios con mejores condiciones para la siembra. 

Una región vulnerable

Como resultado, Latinoamérica se posiciona como una región especialmente vulnerable a las migraciones climáticas debido al fuerte impacto que el cambio climático genera en esta región y la preexistencia de condiciones de pobreza e inestabilidad económica. 

En este sentido la Red Argentina de Municipios por el Cambio Climático afirma que las migraciones en América Latina se construyen como movimiento multicausales, que no depende de un solo factor, sino que suelen converger problemas económicos, conflictos por violencia y desastres por clima.

En última instancia, los procesos migratorios a causa de cambio climático deben ser entendidos desde sus complejidades y gestionados tanto por las comunidades receptoras como por organismos nacionales e internacionales que faciliten las consecuencias del desplazamiento de estas personas a nuevos territorios.