El transporte marítimo y su rol urgente en la reducción de emisiones

El transporte marítimo es la columna vertebral del comercio global, facilitando el movimiento de mercancías en todo el mundo. Sin embargo, este medio de transporte también es un gran generador de emisiones, contribuyendo con más de mil millones de toneladas de emisiones de carbono anuales. 

En un esfuerzo por reducir su impacto en el medio ambiente, la Organización Marítima Internacional (OMI) ha acordado recientemente un objetivo de reducir las emisiones del sector en al menos 40% para 2030. ¿Pero de qué se trata el último acuerdo de la Organización Marítima Internacional y qué significa para el futuro del transporte marítimo?

Los impactos negativos del transporte marítimo en el calentamiento global

El calentamiento global es un fenómeno que se produce cuando los gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera retienen el calor del sol. Estos gases, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), actúan como una manta que evita que el calor se escape al espacio.

Sin embargo, la actividad humana está aumentando la concentración de GEI en la atmósfera. Esto se debe a la combustión de combustibles fósiles, la deforestación y otras actividades que liberan estos gases a la atmósfera.

Como consecuencia, el aumento de los niveles de GEI está provocando un aumento de la temperatura media de la Tierra, provocando un impacto profundo en el planeta, causando cambios en el clima, el aumento del nivel del mar y la pérdida de biodiversidad.

Por su parte, el transporte marítimo contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero. Las principales emisiones del transporte marítimo son de dióxido de carbono (CO2), óxidos de azufre (SOx) y óxidos de nitrógeno (NOx).

De acuerdo con Revista Marina, las emisiones de CO2 del transporte marítimo representan alrededor del 2,2 % de las emisiones globales de este gas. Esto equivale a las emisiones de 1.000 millones de automóviles.

Consecuencias

Más específicamente, las emisiones de óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno del transporte marítimo son causantes de una serie de consecuencias en el medio ambiente y la sociedad:

• Contaminación del aire: La liberación de estos gases de efecto invernadero reaccionan con otros gases y partículas en la atmósfera formando smog. Este aire tóxico puede causar problemas de salud, como enfermedades respiratorias y cardíacas en las personas que lo respiran.

• Lluvia ácida: Además, los gases tóxicos del efecto invernadero liberados por la industria marítima reaccionan con el agua en la atmósfera para formar ácido sulfúrico y ácido nítrico, que pueden caer a la tierra como lluvia ácida. La lluvia ácida puede dañar los bosques, los cultivos y los ecosistemas acuáticos.

• Acidificación de los océanos: Por último, las emisiones de óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno también contribuyen a la acidificación de los océanos, que puede afectar a la vida marina tal como la conocemos hasta el momento.

Detalles del Acuerdo de la Organización Marítima Internacional: ¿qué implica y por qué es importante?

La Organización Marítima Internacional (OMI) es un organismo especializado de las Naciones Unidas que tiene como objetivo promover la seguridad y la protección de la navegación, así como la prevención de la contaminación del mar por los buques.

En la 80° Cumbre del Comité de Protección del Medio Marino celebrada en julio del 2023, la OMI adoptó la estrategia de reducir las emisiones del sector en al menos 40% para 2030, en comparación con los niveles de 2008. Además de otros puntos de control indicativos para 2040.

Además, el Secretario General de la OMI, Kitack Lim, declaró  que este acuerdo no es el objetivo final, sino que funciona como un punto de partida para las labores que deben intensificarse aún más en las próximas décadas. Asimismo, es importante destacar el apoyo unánime a la decisión por parte de todos los Estados Miembros.

Ejes centrales de la propuesta

La adopción de tecnologías más limpias y eficientes es clave para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones. Esto incluye la transición hacia combustibles más limpios, la mejora en la eficiencia de los motores y la adopción de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono:

• La emisión de carbono de los buques disminuirá mediante la mejora de la eficiencia energética de los buques nuevos.
• La adopción de fuentes de energía, combustibles y/o tecnologías de emisiones nulas o casi nulas de GEI representará, como mínimo, el 5 %, con el objetivo de llegar al 10 %, de la energía utilizada por el transporte marítimo internacional para 2030.
• Contempla la propuesta de una tasa de carbono para el transporte marítimo que busca imponer un impuesto a las emisiones de GEI generadas por esta industria. Esta medida tiene como objetivo abordar el impacto del transporte marítimo en el cambio climático y financiar el fondo de pérdidas y daños acordado en la pasada conferencia del clima (COP27).

Compromiso con el medioambiente desde el transporte marítimo: desafíos a futuro

Si bien el acuerdo de la OMI es un paso significativo en la lucha contra el cambio climático, aún hay desafíos por delante. Por un lado, cumplir con el objetivo requerirá inversiones significativas en tecnología, regulaciones más estrictas y una colaboración global continua que debe ser garantizada por las partes firmantes.

Además, movimientos ecologistas sostienen que el acuerdo de la OMI no es lo suficientemente ambicioso en vistas de cumplir con el objetivo prometido en el Acuerdo de París: mantener el calentamiento planetario por debajo del 1,5 °C.

A fin de cuenta, el cambio climático y el calentamiento global, son condicionantes reales que requieren una acción global concreta y decidida que permita disminuir su velocidad de avance, o, idealmente, detenerlos. A medida que la sociedad continúe enfocándose en la sostenibilidad, es probable que veamos más iniciativas como esta en el futuro, esenciales para proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.