Cómo funciona la comunidad energética del Barrio El Salvador en Colombia
¿Cómo funciona la primera comunidad energética de Medellín y por qué supone un precedente para el futuro sustentable de Colombia?
¿Cómo funciona la primera comunidad energética de Medellín y por qué supone un precedente para el futuro sustentable de Colombia?
El barrio El Salvador, ubicado en la Comuna 13 de Medellín, se ha convertido en un ícono de innovación en cuanto a energías limpias se refiere con la primera comunidad energética en Colombia. Un grupo de 25 vecinos creó una comunidad solar interconectada del país, demostrando que hay alternativas viables y sostenibles a los métodos tradicionales de generación de energía.
Este pionero proyecto no solo revoluciona la forma en que se aborda la energía en Colombia, sino que también sienta un importante precedente para el desarrollo de comunidades energéticas en toda Latinoamérica: la microproducción de energías limpias como fuente de abastecimiento.
La creación de comunidades energéticas en barrios latinoamericanos tiene el potencial de ser un verdadero cambio de juego, con impactos sociales, económicos y ambientales que pueden sentar precedentes y escalar a niveles nacionales o incluso regionales. ¿Pero cómo funciona una comunidad energética y cuáles son sus desafíos a futuro?
¿Cómo se creó la Comunidad Energética del Barrio El Salvador?
El proyecto comenzó como una serie de reuniones de vecinos interesados en encontrar soluciones energéticas más sostenibles. Después de contactar con expertos en energías renovables y recibir asesoramiento técnico de universidades y entidades gubernamentales (EPM, la Universidad EIA, ERCO, NEU y el University College London), la comunidad consiguió el financiamiento necesario para llevar a cabo el proyecto.
La inversión inicial se cubrió en parte con subvenciones y el resto mediante financiamiento colectivo, lo que permitió que el proyecto fuera accesible para todos los residentes del barrio.
De acuerdo con Empresas Públicas de Medellín (EPM), para el montaje de la comunidad se dispusieron tres techos de sus viviendas para instalar 43 paneles solares en dos generadores distribuidos, los cuales generan en promedio hasta 3.000 kWh/mes.
La clave del éxito de este proyecto ha sido la colaboración y el sentido de comunidad entre los vecinos. Se formó un comité de energía encargado de gestionar y mantener el sistema. Este comité se reúne mensualmente para revisar el rendimiento de los paneles solares, discutir mejoras y decidir cómo reinvertir los ingresos generados por la venta del excedente de energía al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
¿Qué tipo de energía se utiliza en El Salvador y cómo funciona la Comunidad Energética?
Las comunidades energéticas son un fenómeno que resulta desconocido para muchos. Por eso, conocer en detalle cómo funciona esta comunidad energética y el éxito de este proyecto sustentable en Colombia abre la conversación a diversos sectores de la ciudadanía:
Energía Solar Fotovoltaica: la fuente de energía de El Salvador
En el Barrio El Salvador, la principal fuente de energía es la solar fotovoltaica. Cada hogar está equipado con paneles solares de última generación que transforman la radiación solar en electricidad utilizable, mejorando así la forma de cómo se usa la energía eléctrica en la casa y en la comunidad.
Sistema de inversores y microrredes energéticas
Los paneles solares trabajan en conjunto con inversores de alta eficiencia que convierten la corriente continua (CC) generada por los paneles en corriente alterna (CA), la cual es compatible con la red eléctrica convencional y los electrodomésticos del hogar.
Interconexión comunitaria: una de las claves de la comunidad de El Salvador
Este sistema de generación de energía está diseñado como una micro red interconectada, en la que toda la energía generada se comparte de manera equitativa entre los vecinos. La interconexión permite la distribución eficiente de la electricidad y reduce los costos asociados al consumo energético.
Almacenamiento y excedentes de energía
Gracias a modernos sistemas de almacenamiento de energía, cualquier excedente de electricidad se almacena para ser utilizado en horas donde la generación solar es baja o nula. Además, este excedente puede ser vendido al sistema eléctrico nacional, aportando ingresos que benefician a toda la comunidad.
Monitoreo y control del sistema interconectado de energía
Para mantener un seguimiento adecuado del sistema, se implementan tecnologías de monitoreo en tiempo real que permiten conocer el estado del sistema, el consumo individual y comunitario, y las oportunidades para la venta de excedentes al sistema eléctrico nacional.
Impactos positivos del proyecto de Comunidad Energética en la comuna 13
La primera y más palpable ventaja de las comunidades energéticas como la del Barrio El Salvador en Medellín es el empoderamiento comunitario. Estos proyectos permiten que los residentes tomen las riendas de su propio suministro energético, lo que a su vez fortalece la cohesión y el tejido social dentro de la comunidad.
Además, en áreas donde el acceso a la energía es problemático, estos proyectos ofrecen una solución fiable y constante, a la vez que generan ingresos al vender excedentes de energía a la red nacional.
En términos medioambientales y de desarrollo sostenible, el impacto es igualmente significativo. La adopción de fuentes de energía renovable, como la solar, no solo reduce la huella de carbono de la comunidad, sino que también se alinea con otras iniciativas de sostenibilidad.
Esto puede incluir desde la reutilización de aguas pluviales hasta la promoción de formas de transporte más sostenibles. A nivel económico, la implementación de estas tecnologías también puede ser un motor de crecimiento, generando empleo y estimulando la economía local.
Por último, pero no menos importante, estas comunidades energéticas sirven como un laboratorio para la innovación y la educación en temas de energía y sostenibilidad. Al establecer un precedente de éxito, pueden influir en la política pública y fomentar una mayor inversión y una regulación más favorable hacia las fuentes de energía sostenibles.
En suma, estos proyectos no solo benefician a la comunidad inmediata sino que tienen el potencial de cambiar el panorama energético y político, tanto a nivel local como en toda Latinoamérica.
Desafíos actuales de la comunidad energética del barrio El Salvador
A pesar de los beneficios y del progreso notable, la comunidad energética del Barrio El Salvador no está exenta de desafíos. Entre los obstáculos más prominentes se encuentra el costo inicial de instalación de las tecnologías de energía limpia, una inversión que puede ser difícil de asumir para ciertos residentes.
Además, la complejidad técnica del sistema exige un nivel de conocimiento y mantenimiento que puede ser complicado para la comunidad en general. También hay retos en el ámbito regulatorio y burocrático; la venta de excedentes de energía a la red nacional, por ejemplo, implica una serie de trámites y requisitos legales que pueden resultar abrumadores.
Sin olvidar el reto social de mantener una gestión comunitaria efectiva, que requiere una coordinación y cooperación constantes entre los vecinos para que el proyecto sea sostenible a largo plazo.
Gracias a estos proyectos comunitarios sustentables, la transición energética en Colombia es cada vez más evidente y se convierte en parte de la vida cotidiana de quienes allí habitan.
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