Crean un proyecto de tecnología social que recicla aguas grises en el Semiárido brasileño

En el semiárido brasileño reciclan aguas grises para utilizarlas en la producción agrícola, actividad principal de las familias de la región.

El Semiárido brasileño es una inmensa región que contiene la vida de más de 20 millones de personas. Personas que, más allá de las bondades que presenta el territorio, deben lidiar con el bajo volumen de lluvias. En el Semiárido brasileño hay poca agua. Y es por eso que la reutilización del agua, como en el caso de las aguas grises, se convierte en fundamental.

De hecho, la región cuenta con un bioma único en el mundo, la caatinga, que significa bosque blanco, dado el color característico que adquiere la vegetación durante los periodos secos. Entender cómo lidiar con la sequía ha sido desde siempre uno de los grandes desafíos no solo de las familias que viven allí, sino también de los gobiernos locales, encargados de aportar el grueso de la infraestructura para combatirla.

En este contexto, el cambio de perspectiva que impulsa la ASA (Articulación Nacional del Semiárido, una red que engloba a más de 3 mil organizaciones de la sociedad civil) desde hace unos 30 años, ha promovido la aparición de nuevas tecnologías que aborden la problemática de una manera distinta. El paradigma, ahora, es: no se trata de combatir la sequía, sino adaptarse y convivir con la sequía.

el reciclaje de aguas grises como oportunidad en la caatinga brasileña

Créditos: Eje Educación y Comunicación del Instituto Regional da Pequena Agropecuária Apropriada

Reutilización de aguas grises, un proyecto de resiliencia climática

 Bajo esa premisa, WTT (World Transforming Technologies), INSA y PATAC, con apoyo de ASA y otras organizaciones, están desarrollando un proyecto de reutilización de aguas grises, que se centra en la recuperación del agua para usarla en la producción agrícola, actividad principal de las familias de la región. De esta manera, se garantiza el derecho al agua para la producción de alimentos.

Según explica Lara Ramos, coordinadora de Programas y Políticas Públicas de WTT, acciones de este estilo están orientadas en una “visión sistémica”. Es decir, “amplían el debate que estaba centrado solo en la cuestión de tecnología e infraestructura, y logran involucrar a las personas, a las familias, a las organizaciones de asistencia técnica para crear soluciones de convivencia con la sequía”.

Actualmente se encuentran en la fase piloto del proyecto, trabajando con 9 familias en 3 territorios diferentes, en los municipios de Campina Grande, Boa Vista y Esperança, todos en el estado de Paraíba. De esta manera, alrededor de 40 personas están siendo beneficiadas por el sistema de reutilización de aguas grises, aunque hay planes de seguir expandiéndolo a otras zonas, incluso a nivel nacional.

Las aguas grises son aquellas que provienen de tareas domésticas como el baño (excluyendo el inodoro) o el lavado de platos. Aunque no son aptas para consumo humano, sí se pueden volver a usar de manera circular, sirviéndose de ellas para la agricultura.

la capacitación en fundamental en el reciclaje de aguas grises

Créditos: Eje Educación y Comunicación del Instituto Regional da Pequena Agropecuária Apropriada

¿Cómo funciona técnicamente este sistema?

Es un sistema simple, con un costo accesible. Esta es otra característica de la tecnología social: materiales y construcción accesibles para que pueda ser más ampliamente difundida. En resumen, este sistema recibe agua directamente del lavado de la cocina y de la ducha, que llamamos aguas residuales domésticas. El primer conducto concentra estas aguas, pasa por una trampa de grasa para realizar la primera filtración y luego pasa por dos tratamientos de filtros diferentes. Luego, el agua se almacena en un tanque y, una vez que alcanza un nivel de agua satisfactorio, se activa la bomba y el agua se utiliza para regar los patios productivos.

 

¿Qué significa que una tecnología sea social y cuál es su importancia?

Desde nuestra perspectiva, significa que no se limita a sus componentes materiales. Va más allá de eso. Es la relación de la familia con esa tecnología. Es la relación del suelo, de la biodiversidad, del clima con esa infraestructura. Permite que las familias vean realmente la tecnología como solución. Cuando observan que ese alimento fue producido con agua propia, agua producida por ese proceso de tratamiento de reutilización, es entonces cuando se entiende que la tecnología se materializa.

Sostenemos que esta tecnología social adecuada es precisamente eso: más allá del tubo, más allá del filtro, es el alimento, es la familia, es la organización técnica que brinda apoyo, es el financiador que aporta recursos, es el gobierno que, en teoría, llevará a cabo esta producción a gran escala. Engloba varios elementos más allá de la parte técnica.

recolección de aguas grises de reúso para análisis.

Crédito: George Lambais

¿Cómo están llevando adelante la evaluación del agua?

Nuestra investigación, además de analizar la calidad del agua de reutilización a través de parámetros químicos y microbiológicos, también está analizando el suelo y las plantas de los huertos productivos que están recibiendo esta agua para evaluar precisamente cuál sería la mejor configuración del huerto para recibir el agua. Estamos investigando cuál sería la mejor diversidad de cultivos para recibirla.

 

Este nuevo sistema también significa un desafío para las familias campesinas. ¿Cómo trabajan la incorporación de nuevos hábitos?

Este proceso de capacitación, producción y difusión de contenido sobre reutilización es una de las estrategias para intentar superar estos desafíos de incorporación de nuevos hábitos, o incluso de comprensión del funcionamiento de las tecnologías. Son sistemas nuevos para las familias, y aquí es donde entra la riqueza del apoyo técnico de las organizaciones que ya trabajan en la movilización a nivel territorial.

Es importante destacar que, si consideramos el proyecto a gran escala, entran en juego varias áreas de políticas públicas. Por ejemplo, los agentes de salud del sistema único de salud contribuyen a superar estos desafíos y a monitorear la tecnología. O los trabajadores sociales contribuyen a apoyar a las familias en la adopción de estas nuevas tecnologías. Estamos incursionando tanto en el campo de la salud pública como en el de la asistencia social, pasando también por la educación pública.

Son elementos que necesitan ser articulados cuando pensamos en el proyecto a gran escala. De esta manera, además de las organizaciones que conforman ASA, el Estado brasileño, con sus diferentes áreas especializadas, puede contribuir tanto a nivel territorial para las familias como al monitoreo a largo plazo del proyecto.

el reciclaje de aguas grises conlleva capacitar a las comunidades en nuevos hábitos

Créditos: Eje Educación y Comunicación del Instituto Regional da Pequena Agropecuária Apropriada

¿Cuáles son los próximos pasos a seguir?

Estamos entrando en el tercer mes de monitoreo del agua con recolecciones quincenales. A partir de mayo, comenzaremos un monitoreo del suelo para evaluar el impacto del agua reutilizada en la producción agrícola. Continuaremos así hasta septiembre, para que al final de la investigación podamos concluir la eficiencia de los sistemas y señalar los posibles impactos a nivel de producción.

Diría que tenemos tres próximos pasos: el primero es monitorear el nivel de calidad del agua y el impacto en la producción agrícola de nuestro prototipo actual. El segundo es continuar con las acciones de formación y capacitación para difundir estos conocimientos. Y el tercero es contribuir con ASA para la estructuración del Programa de Saneamiento Rural con enfoque en la reutilización de aguas grises, principalmente a través de los componentes tecnológicos y de gestión. Estamos participando en este proceso inédito de construcción colectiva y hay intención de articular este Programa de Saneamiento Rural de ASA con el Programa Nacional de Saneamiento Rural a nivel nacional.