Vaca Muerta: ¿Nos va a salvar?

Este video muestra todo sobre Vaca Muerta en relación con la producción de energía y el fracking.

Vaca Muerta en la cuenca Neuquina

Mucho se ha oído hablar de Vaca Muerta en Argentina y de la salvación económica que representan para el país las reservas de combustibles fósiles – gas y petróleo – que se encuentran bajo la superficie de esta región en la Provincia de Neuquén. Sin embargo, las innumerables voces que únicamente hacen eco de sus beneficios económicos tienden a distorsionar la verdadera naturaleza de lo que es Vaca Muerta hoy en el contexto mundial de la generación de energía y el fracking.

La producción de petróleo y la historia del fracking

El fracking se inició en Estados Unidos en la década de los 90 y se popularizó en la década del 2000. Desde entonces, la producción de gas de esquisto – o gas no convencional – ha aumentado rápidamente en ese país. En 2018, lo ubicó como el mayor productor y cuarto exportador de gas en el mundo. Este auge fue el resultado de factores favorables como las innovaciones tecnológicas, el desarrollo de la infraestructura y las políticas y condiciones geológicas favorables, entre otros.

No obstante, después de un poco más de una década desde su implementación y de despertar el interés de otros países con reservas de gas y petróleo no convencionales, la técnica desencadenó una controversia mundial por su impacto ambiental y amenazas a la salud de la población.¹

¿Por qué el fracking es legal en Vaca Muerta?

Al mes de enero de 2020, cinco estados en Estados Unidos han vetado el fracking, además de países europeos como Francia, Alemania, Bulgaria y España; y sudamericanos como Uruguay, entre otros. En Vaca Muerta, por otra parte, el fracking cuenta con total luz verde para su desarrollo.

El hallazgo de hidrocarburos no convencionales en la formación Vaca Muerta se dio en el año 2011. En el año 2013, según las estimaciones de organismos internacionales, se establecía que las reservas de hidrocarburos en Vaca Muerta equivaldrían a entre 11 y 67 veces las reservas probadas a la fecha en Argentina. Esto generó atractivas expectativas económicas, de independencia energética y de exportación.

En 2018, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente emitió una alerta sobre los riesgos ambientales del fracking y la incidencia en la salud pública. Es más, se hizo un llamado de atención al Gobierno argentino a la revisión de sus normativas a nivel mundial. Sin embargo, el fracking nunca se detuvo en Vaca Muerta y a marzo de 2020 se registraron más de 2.200 pozos.

Alto potencial económico ¿se materializa?

Hoy en día, esta formación de shale es considerada la segunda reserva de gas no convencional más grande del mundo y la cuarta de petróleo no convencional. Cifras muy atractivas que inclinan al Gobierno argentino hacia la fractura hidráulica o fracking.

Costes de la producción de gas

Sin embargo, contrario a las expectativas, la actividad ha puesto al país en aprietos. Su potencial económico se ve limitado por los altos costos operativos, la falta de infraestructura, la inestabilidad en la demanda, las caídas en los precios del mercado global y una constante lucha por atraer inversión extranjera.

De hecho, solo en materia de gas, el Gobierno ha tenido que solventar un porcentaje importante de las operaciones de empresas privadas a través de “incentivos”, en ocasiones hasta más del 100 por ciento, como en el caso de Pan American Energy entre 2016 y 2019, lo que no contribuye a generar los retornos esperados.

¿Qué futuro ofrece el gas y petróleo en Vaca Muerta?

En 2018, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas recomendó que Argentina reconsiderara el fracking en Vaca Muerta para cumplir con sus compromisos climáticos y evitar efectos negativos en la salud de la población y el medio ambiente. No obstante, la visión del actual presidente, Alberto Fernández, es que el país “depende de las reservas”.

Está claro que Vaca Muerta plantea un incremento de la dependencia del gas y el petróleo – considerados el nuevo carbón – para la generación de energía en Argentina. Sin embargo, el desarrollo no solo se logra con crecimiento económico. Hoy, la quema de combustibles fósiles es causante del 87 por ciento de las emisiones de CO2 del mundo y la muerte de 3,6 millones de personas cada año por contaminación del aire. Factores como este deben formar parte de la ecuación para el progreso del país.

Con respecto al marco legal mundial del fracking, el principio de precaución, base principal que rige las prohibiciones y moratorias en la mayoría de los países, no ha sido suficiente argumento para el Gobierno argentino. Lo que le espera al país en años posteriores tiene mucho que ver con la forma en que gestione sus planes energéticos. Específicamente, si las inversiones se destinan a fuentes de energía limpias o, por el contrario, a más gas y petróleo.  

Oportunidades en energías renovables

El hecho de que la energía de fuentes renovables es ahora más barata que la de los combustibles fósiles en casi todo el mundo es un gran aporte para dicho debate. Por lo tanto, invertir en el sector de las energías limpias es, además de una solución para reducir emisiones, una oportunidad para lograr un crecimiento económico.

Desgraciadamente, atrapados bajo la superficie de Vaca Muerta no hay solo gas y petróleo, sino también 50 billones de toneladas de CO2. Aumentar la dependencia de hidrocarburos plantea un porvenir económico cuestionable y ambientalmente insostenible. Esto pone en peligro la vida y los medios de subsistencia de las futuras generaciones.

1. Herrera, H., 2020. The legal status of fracking worldwide: An environmental law and human rights perspective.. [online] The Global Network for Human Rights and the Environment. Available at: <https://gnhre.org/2020/01/06/the-legal-status-of-fracking-worldwide-an-environmental-law-and-human-rights-perspective/> [Accessed 28 January 2021].