¿Cuál es el clima del bosque chaqueño? (Video)

¿Cuál es el clima del bosque chaqueño? Las dos estaciones de la región chaqueña y cómo el cambio climático y la deforestación las afectan.

Este vídeo muestra cuál es el clima del bosque chaqueño.
 
El clima del bosque chaqueño varia de norte a sur. En el norte, el Gran Chaco se caracteriza por tener un clima tropical. En el sur, por otro lado, el clima se torna templado-cálido. De esta manera, el clima del bosque chaqueño ofrece diferentes contrastes.

En el Gran Chaco se dan las temperaturas más altas registradas para el continente, con máximos de hasta 47°C. Sin embargo, particularmente al sur y sureste, la temperatura puede descender hasta 0°C durante períodos de invierno.

Las dos estaciones climáticas del bosque

A pesar de los diferentes contrastes, el clima del bosque chaqueño tiene dos estaciones marcadas: sequía y lluvias. Por lo tanto, los cambios abruptos entre estas dos fases climáticas condicionan las estrategias de adaptación de animales y plantas. Además, impactan las condiciones de vida de los habitantes del Gran Chaco.

Consecuentemente, el cambio climático está exacerbando los efectos de las estaciones en el Gran Chaco. De hecho, en la última década, el clima se ha vuelto más cálido y húmedo en algunos de los sectores de este bosque seco. Esto es según mediciones recientes.

A razón del clima, el Chaco se divide en tres zonas diferentes: El Chaco Subhúmedo, el Chaco Semiárido y el Chaco Árido. Como tal, el clima del bosque chaqueño produce déficits hídricos durante la mayor parte del año. Luego, las áreas más afectadas son aquellas con baja cobertura vegetal.

¿Cuál es la fauna y cómo se distribuye de acuerdo al clima del bosque chaqueño?

La fauna del bosque chaqueño despliega una amplia diversidad. No obstante, no todos los animales se encuentran en ambas de sus subregiones. Esto es debido a la marcada diferencia entre el Chaco seco y el Chaco húmedo. Por ejemplo, el armadillo gigante es exclusivo del Chaco seco. Por otro lado, la nutria neotropical y los yacarés – caimanes – se encuentran en la región húmeda.

Aún así, hay otros animales presentes a lo largo de todo el Gran Chaco. Algunos de ellos son el jaguar, el oso hormiguero gigante, el oso melero y el tapir. Pero la pérdida de hábitat amenaza a estas y otras especies. Es así como, a causa de la deforestación por la expansión agrícola, Gran Chaco tiene hoy una de las proyecciones más altas de pérdida de hábitat natural. Esto es según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU.

caiman sufriendo el cambio de clima del bosque chaqueño

Foto: WWF

Los campesinos e indígenas que habitan los bosques del Chaco

También, en el Gran Chaco habitan indígenas y campesinos criollos. El total de la población en el Chaco es de nueve millones. Sin embargo, para estas comunidades en particular, la deforestación y degradación de los bosques representa un grave problema.

Tanto indígenas como campesinos del Gran Chaco dependen de los bienes y servicios eco-sistémicos del bosque. Por ende, su degradación y la pérdida de biodiversidad por la extensión de la agricultura los deja sin sustento. Además, la deforestación hace que los bosques sean menos resilientes a los efectos del cambio climático, tales como sequías e inundaciones.

¿Cuáles son los desafíos climáticos en la región chaqueña?

pozo de agua

Foto: El ABC Rural

Se estima que la temperatura media anual del Gran Chaco incremente más de 1°C para el año 2040. Incluso, en algunas áreas como Santa Cruz, Bolivia, el aumento podría llegar a 1,75 °C. Entre 2010 y 2018, alrededor de 2,5 millones de hectáreas de bosque nativo del Gran Chaco fueron talados y convertidos en pastizales y tierras agrícolas. Esta degradación del bosque se manifiesta en el empobrecimiento de sus suelos. Además, resulta en menor población de fauna y menos recursos hidrobiológicos.

A mayor degradación del bosque, menor es su capacidad de resiliencia ante los efectos del cambio climático. El clima del bosque chaqueño lo hace un ecosistema frágil. De no promover una transición hacia una agricultura sostenible, las temperaturas del Gran Chaco seguirán aumentando y la capacidad del bosque para regenerarse seguirá reduciendo.