Un activista brasileño creó una “eco-barrera” y un “eco-tamiz” para limpiar residuos de playas y ríos
Con ingenio y creatividad, el brasileño Diego Saldanha creó una “eco-barrera” y un “eco-tamiz” para limpiar residuos de playas y ríos.
Con ingenio y creatividad, el brasileño Diego Saldanha creó una “eco-barrera” y un “eco-tamiz” para limpiar residuos de playas y ríos.
La experiencia de Diego Saldanha es una de esas historias que parecen simples pero que generan gran impacto. La historia de cómo una persona común pudo ver un problema ambiental y pensar una solución. Con creatividad y conocimientos de ingeniería, el activista brasileño creó un sistema flotante de captación de residuos. Una eco-barrera para playas y ríos. Unió galones de 50 litros que ató con cuerdas a los que les puso una red para darles contención.
Saldanha jamás se imaginó el impacto que tendrían sus iniciativas. Cuando comenzó con el primer invento, su motivación estaba motorizada por una intención básicamente elemental: hacer algo con todos los residuos que flotaba por el río cerca de su hogar, en la ciudad de Curitiba, al sur de Brasil.
Del río a la basura, de la basura al reciclaje
Lo que sucede a metros de la casa de Saldanha es un asunto de dimensiones globales. Los océanos son receptores de 1,7 millones de toneladas anuales de plástico a lo largo y ancho del planeta, según Our World in Data, y se estima que un 80% de ese plástico se transporta desde la tierra a través de ríos o costas.
Las imágenes son elocuentes. Kilos y kilos de residuos se acumulan en la eco-barrera, y son una prueba evidente de que la eco-barrera es más que necesaria. Una vez retenidos ahí, el trabajo que hace Saldanha es puro sacrificio y mano de obra: con un pasaguar, levanta la basura manualmente.
Muchas personas le han preguntado por qué, y él responde que ya ha probado de todo. “Y lo que es más viable para mí es este pasaguar, porque es leve, es un material de aluminio. Cuando recoge el residuo, tiene que ser leve para maniobrarlo”, explica.
A medida que recolecta la basura del río, la va colocando en una cinta transportadora que las lleva hasta grandes bolsas que él denomina Big Bags. Todo lo recogido lo dona a una cooperativa de reciclaje.
La iniciativa ha sido reconocida por el gobierno local, que se acercó hasta él para conocer el novedoso sistema y poder trabajar en conjunto.

Eco-tamiz para limpiar las playas de residuos
Si esa invención no era ya suficiente, luego de tener algunos años en funcionamiento la eco-barrera en el río, una nueva idea vino a su mente. Un eco-tamiz. Con eso, podría trabajar en la limpieza de las playas.
Si la iniciativa del río ya había tenido un gran éxito, esta especie de escoba colador para contrarrestar la contaminación de las playas recorrió rápidamente las costas de Brasil.
“Nadie te pide que salves al mundo, solo llévate contigo los residuos que dejaste en la playa”, le gusta decir a Diego Saldanha, que a partir de sus dos inventos ha ganado la categoría de influencer en las redes sociales, donde cuenta con millones de seguidores y desde donde difunde su trabajo y los distintos proyectos que genera.
Pasar la escoba en la playa
Este tamiz pesa alrededor de 6 kilos. La malla, que tiene agujeros para filtrar la arena, es de acero inoxidable y tiene un marco de hierro galvanizado. Funciona como una pala ancha, como una escoba que arrastra residuos sólidos en la arena, como plásticos, colillas de cigarro o microbasura.
Se empuja manualmente, y en cada pasada va recogiendo los desechos. Ocultos a simple vista, esta herramienta deja al descubierto una realidad latente: la gran contaminación que existe en las costas, con una consecuencia directa en la contaminación de las aguas. El impacto humano tiene una incidencia clara en números, ya que la ONU registra que un 80% del turismo mundial se concentra en zonas costeras.

Brasil y la contaminación de sus playas
Brasil suele tener un gran problema en este asunto, que toca picos impresionantes en las celebraciones de Año Nuevo, una fecha en la que el país se vuelve anfitrión de una enorme cantidad de personas, de norte a sur.
Tras esa masiva conglomeración para recibir el nuevo año, las autoridades de limpieza del gobierno local han llegado a recolectar más de 300 toneladas de residuos en la playa.
En el último Año Nuevo, Saldanha se grabó utilizando el eco-tamiz por la noche juntando los restos de residuos que habían escondidos debajo de la arena. Allí encontró botellas plásticas, vidrio, aluminio, una gran cantidad de botellas de cerveza, sorbetes. “Ya estamos cansados de ver varios animales marinos sufriendo con los sorbetes. Esto se tiene que terminar, es mucha falta de educación”, decía, indignado.
“Es sorprendente que las personas vayan a la playa a pedir paz, amor, prosperidad, y dejar este rastro de destrucción. Entiendan una cosa: nadie está pidiendo salvar al planeta”, señalaba.
Un pequeña acción con gran impacto
Lo cierto es que su invento, casero y efectivo, captó la atención de otros activistas y municipios costeros, que empezaron replicar la herramienta en diferentes regiones. De hecho, Diego Saldanha es socio de la iniciativa Praia + Limpia, que lleva adelante Havaianas, reconocida empresa fabricante de sandalias.
Dice: “Es una acción que puede realizar cualquiera. Cualquiera que ame la naturaleza, que quiera cuidar su pequeño pedazo de tierra, que quiera marcar la diferencia”.
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