¿Qué son los glaciares y cuál es el impacto de su derretimiento?

El calentamiento global afecta directamente al derretimiento de los glaciares. Descubre los beneficios que aportan al ambiente. 

Los glaciares son grandes masas de hielo que se acumulan en el territorio. Encima de las nieves perpetuas se convierten en ríos de hielo a medida que descienden por las laderas de las montañas. También se mantienen como extensas llanuras de hielo en caso de los casquetes polares.  

Según National Geographic, cada año se derrite en todo el mundo tres veces el hielo que cubre los Alpes. Esta cantidad de hielo convertida en agua provoca grandes cambios en los ecosistemas oceánicos. 

El calentamiento global afecta directamente al derretimiento de los glaciares y provoca una serie de sucesos encadenados a este fenómeno que alteran las condiciones del ecosistema al cual pertenecen, así como los beneficios que aporta su correcto funcionamiento al medio ambiente. 

¿Cómo se formaron los glaciares?

Los glaciares se forman en base a grandes acumulaciones de nieve invernales que no desaparecen en verano. Cuando el espesor de las capas de nieve alcanza decenas de metros, se cristaliza y comienza a formar bloques de hielo cada vez más grandes. ​​De acuerdo con la European Space Agency, existen dos tipos de glaciares:

  • Glaciares alpinos o de montaña: estas masas de hielo se forman en cadenas montañosas de gran altura. A medida que se acumula el hielo, se desliza en sentido de la gravedad hasta formar los famosos ríos de hielo. Actualmente cubren aproximadamente 706.000 kilómetros cuadrados de territorio a nivel mundial.
  • Glaciares continentales o casquete: son los glaciares que se formaron en los polos del planeta Tierra en la Edad de Hielo. Por ejemplo, los que yacen en las mesetas de Groenlandia y la Antártida que ocupan 1,8 millones y 13 millones de kilómetros cuadrados respectivamente. 
qué pasa si se derriten los glaciares

Créditos: Jeremy Bishop – Unsplash

¿Qué pasa si se derriten los glaciares?

Según la BBC, “entre 2000 y 2019, los glaciares en la Tierra perdieron un total de 267 giga toneladas (mil millones de toneladas) de hielo por año en promedio, que equivale aproximadamente entre un 18% a un 23% del aumento observado del nivel del mar.

Las altas temperaturas que no dan paso a las nevadas, impiden el ciclo natural del hielo que termina por derretirse. Tal es el caso de Charquini, el glaciar boliviano. Al mismo tiempo, la elevada temperatura del mar ayuda a que los desprendimientos de los glaciares desaparezcan con más velocidad. 

De esta manera, los efectos del cambio climático han contribuido con 27 milímetros al aumento medio mundial del nivel del mar. Estos provoca una serie de impactos negativos en el ambiente y las comunidades costeras:

  • Erosionan del suelo costero.
  • Generan inundaciones y contaminación de los humedales.
  • Provocan migraciones por razones climáticas.
  • Sufren la pérdida de especies de flora y fauna por modificaciones en su hábitat natural.
  • Dan lugar a huracanes y tifones de mayor envergadura. 

Ley de glaciares

El hielo del glaciar es la mayor reserva de agua dulce del planeta. Por eso, proteger los glaciares, es una tarea urgente que deben tomar como propia los gobiernos. Tal es el caso de la Ley Nacional de Glaciares de Argentina – única en América Latina por el momento- que “define un Régimen de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares del Ambiente Periglacial, con el objetivo central de preservar estas reservas estratégicas de recursos hídricos.”

Los pilares fundamentales de la Ley de Glaciares son los siguientes:

  • Preservarlos como reservas estratégicas de agua.
  • Proteger la biodiversidad.
  • Cuidarlos como fuente de información científica.
  • Valorarlos como atractivo turístico.

Gracias a estos marcos normativos, gobiernos, ciudadanía y empresas cuentan con un respaldo oficial para proteger los glaciares. Esto permite luchar contra de su derretimiento total o parcial, y los efectos negativos que este fenómeno conlleva.