Problemas de la deforestación: no afecta solo al aire

Los problemas de la deforestación van mucho más allá de la reducción en la capacidad de filtración del aire. Descubre que otros efectos tiene.

Es bien sabido que entre los problemas de la deforestación se encuentra la reducción en la capacidad de filtración del aire para eliminar las concentraciones de partículas contaminantes. Las hojas y la corteza de los árboles atrapan micro-partículas peligrosas generadas por la quema de combustible. Además, los árboles absorben gases contaminantes como el monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno y azufre, entre otros. Por lo tanto, la deforestación contribuye a que disminuya la capacidad de los bosques de realizar esta purificación. Pero este no es el único problema que conlleva la tala de árboles.

Los bosques como hogar y fuente de subsistencia para millones de personas

Los bosques no solo albergan especies animales y vegetales. Alrededor de 300 millones de personas también viven en bosques a nivel global. En total, estos ecosistemas albergan más de tres cuartas partes de la vida terrestre del planeta. Incluso, tanto como 1.600 millones de personas dependen directamente de los bosques para su sustento. Aún así, el planeta perdió 3,3 millones de hectáreas de áreas forestales entre 2010 y 2015. En general, la actividad humana ha alterado casi el 75 por ciento de la superficie terrestre, arrinconando a la vida silvestre y la naturaleza en espacios cada vez más reducidos.

¿Hay indígenas viviendo en los bosques?

Entre la población que habita en los bosques se encuentran diferentes comunidades indígenas. De hecho, el 36 por ciento de las tierras forestales intactas que quedan en el mundo se encuentran en territorios indígenas. Estas comunidades han plasmado dentro de su riqueza cultural el cuidado y la conservación de los paisajes forestales. Esto es tanto por el sustento que el bosque provee, como por sus obligaciones tradicionales con la tierra.

En América Latina, más del 80 por ciento de la tierra ocupada por indígenas está cubierta de bosques. En la cuenca del Amazonas, el bosque húmedo más grande del mundo, casi la mitad del territorio forestal intacto coincide con territorios indígenas. Consecuentemente, esto representa un beneficio para los bosques. Por ejemplo, entre 2006 y 2011, el territorio indígena de la Amazonía peruana redujo la deforestación dos veces más que otras áreas protegidas.

Deforestación

Créditos: Annie Spratt – PexelsCo

¿Cuántos millones de hectáreas pierde el Amazonas al año?

Cerca de un millón de kilómetros cuadrados de selva amazónica han sido destruidos desde 1978 a la fecha. Este número representa la suma de la deforestación en Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Venezuela, Surinam, Guyana y la Guayana Francesa. Extensas áreas de selva tropical han sido taladas para convertir la tierra en pastos de ganado, la actual principal causa de la tala, y granjas de soja.

Pero también se incluyen otras áreas, inundadas para construir represas, excavadas para extraer minerales y arrasadas para construir ciudades. Tan solo en el 2020, la Amazonia perdió 2,3 millones de hectáreas de bosque primario en los nueve países amazónicos. La cifra representó un incremento del 17 por ciento con respecto al año anterior. Esto es problemático porque los bosques desempeñan un papel fundamental en la mitigación del cambio climático.

¿Cómo está relacionado el cambio climático con la deforestación?

El cambio climático es otro de los problemas resultantes de la deforestación, porque los bosques actúan como sumideros de carbono. Los árboles y la vegetación de los bosques absorben CO2 y otros gases de efecto invernadero que, de otro modo, quedarían libres en la atmósfera. A menor absorción de estos gases, mayor es su impacto en el incremento de la temperatura global y en los cambios en los patrones climáticos.

Así mismo, al deforestar los bosques el carbono allí contenido queda libre y se convierte en más emisiones hacia la atmósfera. Argentina, por ejemplo, alberga la mayor parte del segundo bosque más grande de América Latina: el Gran Chaco. Este bosque seco está siendo deforestado a ritmos acelerados, y Santiago del Estero es una de las regiones con mayores índices de pérdida. En 2020, esta provincia perdió alrededor de 46 mil hectáreas de cobertura arbórea, que equivalieron a 7,53 millones de toneladas de CO2 emitidas.

Problemas de la deforestación: Animales en peligro de extinción

Alrededor de un millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción actualmente. Con la deforestación se afecta el hábitat de especies vulnerables. En efecto, la pérdida y el deterioro del hábitat, causados mayormente por acciones humanas, han reducido la integridad del hábitat terrestre global en un 30 por ciento. Esto es en relación con una línea de base no afectada.

Estudios científicos recientes, por ejemplo, demuestran que la deforestación por la expansión e intensificación agrícola en el Gran Chaco conducen a importantes pérdidas de biodiversidad. Además, la investigación arrojó que la ventana de oportunidad para evitar la extinción de muchas especies es reducida, incluso si la restauración de este ecosistema comenzara de inmediato.

Problemas de la deforestación. Extinción

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Reducción de la productividad e incendios forestales: Otros problemas de la deforestación

Actualmente, la degradación de la tierra ha reducido la productividad en el 23 por ciento del área terrestre mundial. Debido a las sequías y la desertificación, cada año se pierden 12 millones de hectáreas, que equivalen a 23 hectáreas perdidas cada minuto. En un año, esto equivale al cultivo de 20 millones de toneladas de cereales. Por otra parte, entre USD $235 y $577 billones en producción anual de cultivos a nivel global está en riesgo, como resultado de la pérdida de polinizadores. A nivel mundial, la degradación de la tierra afecta directamente al 74 por ciento de la población en estado de pobreza.

Por otra parte, condiciones de clima seco y altas temperaturas hacen parte de los factores contribuyentes a la generación de incendios forestales. De esta manera, dejar los bosques en pie para mitigar el cambio climático es contribuir a la disminución del riesgo y de la severidad de los incendios. Con mucha más importancia, considerando que según lo que demuestran estudios, más de la mitad de los bosques de América Latina no se recuperan después de un incendio forestal.

Los árboles son proveedores de oxígeno, y su deforestación afecta el aire que respiramos. No obstante, las problemáticas de la tala de bosques a nivel global van mucho más allá de solo impactar la producción de oxígeno. Los bosques son hogar y sustento para millones de personas, así como para una gran parte de las especies animales y vegetales terrestres. Además, estos ecosistemas representan una oportunidad para mitigar los efectos de temperaturas que continúan incrementando. Los bosques deben permanecer en pie.