Pelo reciclado: una organización promueve su uso como fertilizante y para limpiar ríos contaminados
MOT (Matter of Trust) es una organización presente en distintos países que ha logrado darle al pelo humano y animal una segunda vida útil.
MOT (Matter of Trust) es una organización presente en distintos países que ha logrado darle al pelo humano y animal una segunda vida útil.

Si existe algo disruptivo en el desarrollo sostenible, eso seguramente sea lo que hacen en MOT (Matter of Trust). Esta organización sin fines de lucro ha sumado una nueva categoría en el ecosistema de elementos reciclables a los que se les puede dar una segunda vida útil: el pelo reciclado.
El punto de partida tiene sus inicios varias décadas atrás en Estados Unidos, pero desde hace algunos años que esta propuesta de reciclaje vive un boom en Latinoamérica y en todo el mundo.
Actualmente cuenta con presencia en distintos países del continente, como México, Venezuela, Colombia, Chile, Argentina, Brasil y Ecuador. Cruzando el océano, también ha surtido efecto en Alemania, Polinia, Holanda, Suiza, España. Incluso más lejos todavía, como Corea del Sur, Japón o las Islas Filipinas.
Pelo reciclado: conocimiento compartido para soluciones locales
El espectro es muy grande, con más de 130 socios en 45 países, y eso tiene una razón: la estructura de MOT es desarrollar alianzas con organizaciones locales, para que cada una de ellas, aunque amparadas bajo el paraguas de Matter of Trust, trabajen de manera independiente y generando soluciones adaptadas a las necesidades de cada territorio.
“Lo que hacemos es pasar toda la información a los grupos locales de forma gratuita, para que puedan ser parte de esa comunidad y que puedan aprovechar el pelo que tienen localmente transformándolo en productos”, explica el chileno Mattia Carenini, Global Hub Manager de MOT, uno de los pioneros en comenzar el proceso de expansión a lo largo del continente.
“Desde Estados Unidos se les entrega la maquinaria, la información, los estudios, para que puedan empezar de buena forma y después, a medida que van creciendo, puedan contribuir al desarrollo de la comunidad”.

Créditos: gentileza Mott
¿Para qué sirve el pelo reciclado?
Aunque no lo parezca, es un gran aliado para darle distintos usos con fines sostenibles. Dadas sus provechosas características, vinculadas a la captación de nutrientes y a la capacidad de adherencia, no utilizarlo en una segunda vida útil luego de ser cortado es casi un despropósito.
Tanto el pelo humano como el animal sirven por igual. El humano es un poco más pesado, mientras que el animal es algo más liviano, pero en sí la fibra es la misma. Sin embargo, esa pequeña distinción que existe hace que uno y otro sean usados para distintos productos.
Dado el modelo de desarrollo del proyecto, cada país varía en el tipo de productos que fabrica, ya que eso corre por cuenta de la solución que la comunidad local encuentre más funcional a su necesidad. Por poner ejemplos, mientras que en Chile han creado fertilizantes, en Suiza inventaron un producto para los derrames de aceites en talleres mecánicos.
Pero más allá de las variantes, hay dos grandes líneas de productos: la categoría de los absorbentes industriales y la categoría agrícola.
Absorbentes industriales: el pelo, un aliado para la limpieza de hidrocarburos
Mattia Carenini explica que el cabello, gracias a su característica, funciona muy bien como absorbente. Por eso lo utilizan para la absorción de distintos hidrocarburos, como petróleo, aceite, metales pesados, entre otros, todos contaminantes frecuentes de agua.
Es que el pelo tiene una propiedad de adherencia muy eficaz, y en cada kilo de pelo se adhieren entre 5 y 6 kilos de diferentes efluentes contaminantes. De esta manera, se convierte en un elemento de limpieza de ríos, lagos o plantas de tratamiento, tanto cuando hay derrames accidentales como para limpieza continua.
Mattia Carenini explica que la estructura del cabello tiene la particularidad de lograr que las cadenas de hidrocarburos se añadan y se queden pegadas a él. La razón está, sencillamente, en la evolución animal:
“Porque el cuerpo tiene pelo, y el pelo está hecho para aislar. Y si tiene grasa adherida, aísla mejor. Entonces, los animales hemos evolucionado para tener esa propiedad de que nuestro pelo atraiga la grasa, para así tener una capa de protección extra al frío, sobre todo”.

Créditos: gentileza Mott
El pelo, una herramienta para la agricultura
En cuanto a la agricultura, MOT ha encontrado cómo utilizar el cabello como insumo agrícola. Por ejemplo, hay fertilizantes líquidos hechos en base a cabello, fertilizantes líquidos hechos en base a lana. Cada uno tiene funciones diferentes en los cultivos.
También existe un producto conocido como Agropelo, que es una colchoneta que se pone arriba del suelo y sirve para mantener la humedad. El cabello sirve como barrera física: “Tú riegas, el agua pasa a través de eso y se queda abajo. Cuando se evapora, choca con esa barrera y se devuelve”.
De esta manera se reduce a la mitad el uso de agua de riego, aporta nutrientes al suelo, lo mejora y también mejora el crecimiento de las plantas.
Medir lugares contaminados, una potencial función en estudio
Aunque todavía sean estudios preliminares, en Estados Unidos están estudiando el alcance del cabello para medir suelos contaminados con metales pesados. En una zona contaminada donde no crecía nada de vegetación, sembraron plantas resistentes a los metales pesados, colocándole una colchoneta de pelo.
Según explica Carenini, observaron que el cabello tuvo una muy buena interacción con la microbiota que había en el suelo: crecían microorganismos fijadores de nitrógeno, se generaban condiciones para que aparecieran insectos que pudieran agregar materia orgánica a la tierra, y, además, hubo fructificación de hongos.
“Entonces también hay una interacción super potente entre las plantas y el hongo que se potencia con el cabello”, dice. El análisis arroja que los hongos pueden generar una barrera a los metales pesados y así permitir a las plantas crecer.

Créditos: gentileza Mott
7 toneladas anuales: materia prima de sobra
Si hay una ventaja que tiene el reciclaje, es que, básicamente, la materia prima está disponible en todo aquel lugar donde haya seres humanos. O animales. Para tener una cifra, en Chile trabajan con 7 toneladas de pelo anuales. La fibra está disponible.
Los sistemas de recolección varían en función de cada país, pero fundamentalmente se tejen alianzas con peluquerías, a las que también les sirve para posicionare como peluquerías sostenibles y, además, recibir certificados de capacitaciones medioambientales.
Para estos comercios, la propuesta de MOT es una gran solución. Trabajan con cantidades enormes de cabello todos los días, por lo que encontrar un lugar al que darle cauce significa una alternativa muy oportuna.
La simbiosis es también con los clientes. “Nos preguntan dónde pueden cortarse el pelo para que nos llegue a nosotros, nos lo acercan a los centros de acopio, eligen peluquería”, señala Mattia Carenini.
Ese círculo se completa con una acción que para MOT elige hacer para marcar la diferencia: contarle al cliente final a dónde va su pelo. Quiénes son los destinatarios, para qué lo usan, qué beneficios obtuvieron.
“Las personas se sienten bien sabiendo que está contribuyendo a apoyar a los agricultores, a recuperar agua contaminada”.
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