Inundaciones en Colombia: causas y relación con el cambio climático

• Colombia enfrenta en 2024 una de sus peores crisis por inundaciones, con más de 46,000 familias afectada.
• El cambio climático está intensificando el patrón de lluvias, llevando a que eventos extremos sean cada vez más frecuentes y devastadores.
• El gobierno colombiano ha declarado “situación de desastre” por primera vez en años debido a la magnitud de las inundaciones en el Pacífico Colombiano.

Colombia está viviendo una crisis sin precedentes. Las intensas lluvias han provocado inundaciones devastadoras en varias regiones del país, obligando al gobierno a declarar “situación de desastre” por primera vez en años ante la magnitud de la emergencia.

Las cifras son alarmantes: más de 30,000 familias afectadas solo en el departamento del Chocó, una de las regiones el Pacífico Colombiano más golpeadas por esta crisis. Casas sumergidas, calles convertidas en ríos y comunidades enteras evacuadas son imágenes que se han vuelto tristemente cotidianas.

Esta no es una crisis aislada. Los científicos advierten que el cambio climático está intensificando el ciclo de lluvias en todo el mundo, tal como es el caso de Colombia, haciendo que estos eventos extremos sean cada vez más frecuentes y devastadores. Lo que estamos presenciando hoy podría ser apenas un anticipo de lo que nos espera si no se toman medidas urgentes.

Crisis actual de las inundaciones en Colombia 2024: mapa de afectados

La magnitud de las inundaciones actuales ha sobrepasado todas las previsiones. El presidente Gustavo Petro se vio obligado a declarar la situación de desastre natural en noviembre de 2024, una medida extraordinaria que refleja la gravedad de la crisis climática. ¿Pero cuáles fueron las regiones más afectadas por las inundaciones en Colombia este año?

El Chocó: la región más lluviosa del mundo bajo el agua

De acuerdo con ACNUR, el departamento del Chocó, conocido por ser una de las zonas más húmedas del país, está enfrentando una crisis sin precedentes. Con el 85% de su territorio bajo el agua y más de 188.000 personas, en su mayoría pertenecientes a pueblos indígenas y comunidades afrocolombianas, han sido afectadas por inundaciones que han superado todos los registros históricos, 46,000 de ellos estudiantes. 

En municipios como Lloró, Bagadó y Quibdó, el agua ha alcanzado niveles nunca antes vistos, dejando comunidades enteras aisladas y sin acceso a servicios básicos. A la crisis climática que elevó el nivel de lluvias en un 40% los últimos años, se añade un factor ineludible: la pobreza estructural de la zona, que vuelve doblemente vulnerables a quienes viven en Chocó. 

Bogotá: la capital bajo el agua

Las intensas lluvias que azotaron la capital Colombiana se concentraron sobre todo en la región norte, afectando directamente a la Autopista Norte, una de las vías más transitadas de la ciudad. 

De acuerdo con los registros meteorológicos, el día 6 de noviembre fue uno de los más lluviosos del año en Bogotá: llovió 1,000 litros por metro cuadrado en solo unas horas. Como resultado, decenas de personas quedaron atrapadas en sus vehiculos por horas y las autoridades debieron improvisar un protocolo de evacuación en lanchas.

Según Petro, la vulnerabilidad climática en Colombia “viene agravándose por impactos que tienen que ver con la deforestación, las economías ilícitas y, en el caso de Bogotá, en mi opinión, por una urbanización desaforada de la Sabana de Bogotá”.

La Guajira: cuando el desierto se inunda

La paradoja del cambio climático se hace evidente en La Guajira. Esta región, conocida por ser una de las zonas más áridas de Colombia, enfrenta ahora una crisis por inundaciones que ha afectado a más de 10,000 familias. La declaración de calamidad pública refleja la gravedad de una situación que nadie esperaba en un territorio tradicionalmente seco.

La Alta Guajira, el punto más septentrional de Colombia y Sudamérica, está viviendo una emergencia sin precedentes. En esta zona, donde las comunidades wayúu han sobrevivido durante siglos a condiciones extremas de sequía, el agua ahora amenaza su supervivencia. Las lluvias torrenciales han convertido el paisaje desértico en un lodazal intransitable, aislando comunidades enteras.

La situación es especialmente crítica porque la región ya enfrentaba altos niveles de pobreza y desnutrición. Las vías de acceso, fundamentales para el suministro de alimentos y ayuda humanitaria, están severamente dañadas o completamente inundadas, aumentando el riesgo de una crisis alimentaria en comunidades que ya eran vulnerables. 

¿Por qué se inunda Colombia? Las causas detrás de la crisis

Las inundaciones que afectan a Colombia no son producto de un solo factor. Según estudios, el país enfrenta una combinación letal de condiciones naturales, cambio climático y vulnerabilidades estructurales que han convertido las lluvias intensas en verdaderos desastres.

“Depresiones tropicales sobre el mar Caribe y la llamada Oscilación Madden-Julian, que afecta los patrones de lluvia en las regiones tropicales; por el desarrollo de una fase de La Niña y el aumento de la corriente de vientos alisios desde el Pacífico, que intensificaron el flujo de aire húmedo hacia Colombia, flujo que chocó con la cordillera de los Andes, generando lluvias aún más intensas en el Pacífico; y por la presencia de la Zona de Convergencia Intertropical, una franja de baja presión que migra con las estaciones, y que aumentó la intensidad de las lluvias”.

Factores geográficos y climáticos propios de Colombia

Colombia tiene una geografía que la hace naturalmente propensa a las inundaciones. El país está ubicado en una zona de convergencia intertropical, donde los vientos alisios del norte y del sur se encuentran, creando condiciones ideales para lluvias intensas.

La topografía del país juega un papel crucial: tres cordilleras atraviesan el territorio, actuando como gigantescos canales que dirigen el agua hacia valles y zonas bajas. Esta configuración natural, sumada al hecho de que gran parte de la población vive en áreas propensas a inundaciones, crea una situación de vulnerabilidad inherente.

El cambio climático como amplificador de las lluvias

El calentamiento global está intensificando el ciclo del agua en Colombia de manera alarmante. Los científicos han documentado que las lluvias son cada vez más intensas y frecuentes, mientras que los períodos secos se vuelven más extremos. El fenómeno de La Niña, que tradicionalmente influye en los patrones de lluvia del país, se ha vuelto más impredecible y sus efectos más severos.

En las zonas costeras, el problema se agrava por el aumento del nivel del mar, que dificulta el drenaje natural de las aguas durante las lluvias intensas. Este efecto es particularmente visible en ciudades como Cartagena y Buenaventura.

Las condiciones de alta vulnerabilidad humana

Las decisiones y acciones humanas han amplificado significativamente el riesgo de inundaciones. La urbanización descontrolada ha llevado a la construcción en zonas de alto riesgo, mientras que la deforestación en Colombia continua aumenta la erosión y reduce la capacidad del suelo para absorber el agua de lluvia.

Los sistemas de drenaje en muchas ciudades son insuficientes o están mal mantenidos, un problema que se agrava por la falta de planificación urbana adecuada. Esta combinación de factores convierte lluvias fuertes en verdaderas catástrofes para las comunidades más vulnerables.

Consecuencias de las inundaciones: un impacto que va más allá del agua

Las inundaciones en Colombia están dejando una huella profunda en el tejido social y económico del país. Los daños no se limitan a las pérdidas materiales inmediatas, sino que se extienden a impactos de largo plazo que afectarán a las comunidades durante años.

Desplazamientos climáticos

Las cifras oficiales muestran una realidad alarmante: más de 30,000 familias han sido desplazadas de sus hogares. En el Chocó, comunidades enteras se han visto forzadas a abandonar sus viviendas, muchas de las cuales han quedado completamente destruidas. La situación es especialmente crítica para niños, estudiantes, ancianos y personas con discapacidad, que enfrentan riesgos adicionales en los albergues temporales.

Crisis sanitaria por causas climáticas

El agua estancada ha creado condiciones perfectas para la propagación de enfermedades. Los casos de dengue, leptospirosis y enfermedades gastrointestinales han aumentado significativamente en las zonas afectadas. El colapso de los sistemas de agua potable y alcantarillado en varios municipios ha empeorado la situación, creando un riesgo sanitario que podría extenderse por meses.

Pérdidas económicas y productivas

El impacto económico es devastador. Miles de hectáreas de cultivos han quedado bajo el agua, afectando la seguridad alimentaria de regiones enteras. En Cartagena, el turismo ha sufrido un golpe severo, mientras que en zonas rurales, pequeños agricultores han perdido no solo sus cosechas sino también sus medios de vida. La infraestructura dañada, incluyendo carreteras y puentes, dificulta la recuperación económica.

“A nivel económico, los daños que dejan las inundaciones en Colombia ya representan pérdidas de aproximadamente 500 millones de dólares anuales, una cifra que podría duplicarse para mediados de siglo si las emisiones globales no se reducen.”

Prevención y adaptación: el camino hacia un futuro más resiliente

Frente a la intensificación de las inundaciones en Colombia, la prevención y adaptación se han convertido en una necesidad urgente más que en una opción. Tanto el presidente Petro como los expertos en cambio climático, coinciden en que el país debe prepararse para un futuro donde estos eventos serán cada vez más frecuentes.

Medidas gubernamentales de adaptación urgentes

El gobierno colombiano ha comenzado a implementar un plan integral que incluye la reubicación de familias en zonas de alto riesgo y la mejora de sistemas de alerta temprana. Sin embargo, la magnitud del desafío requiere acciones más ambiciosas: 

• Modernización de la infraestructura de drenaje.

• Restauración de humedales naturales.

• Protocolos de cuidado sanitario.

• Fortalecimiento de los planes de emergencia locales.

El rol de las comunidades

La experiencia ha demostrado que las soluciones más efectivas surgen cuando las comunidades participan activamente. En varios municipios, los habitantes están organizando brigadas de prevención, creando mapas de riesgo y estableciendo sistemas de alerta comunitarios. Estas iniciativas locales, combinadas con el conocimiento tradicional, son fundamentales para construir resiliencia.

La lucha contra las inundaciones en Colombia es también una batalla contra el cambio climático. Las soluciones deben ir más allá de la respuesta inmediata: se trata de mitigación y prevención de los efectos del cambio climático. Solo así podremos proteger a las comunidades más vulnerables de futuros desastres.

La historia de las inundaciones en Colombia nos enseña una lección clara: la naturaleza nos está enviando señales de advertencia que no podemos seguir ignorando. El tiempo de actuar es ahora, antes de que las aguas vuelvan a subir.