Impacto Verde: un proyecto que busca el desarrollo sostenible en el norte argentino
Impacto Verde es un proyecto que nuclea a seis organizaciones que promueven el desarrollo sostenible de la región mediante soluciones concretas.
Impacto Verde es un proyecto que nuclea a seis organizaciones que promueven el desarrollo sostenible de la región mediante soluciones concretas.
El Norte Grande Argentino es un territorio de oportunidades. Conformado por 9 provincias, Santiago del Estero, Catamarca, Salta, Jujuy, Tucumán, Misiones, Formosa, Chaco y Corrientes, esta gran región contiene una buena cantidad de recursos proveídos por la naturaleza que definen su potencial.
Por eso, a través de una asociación entre la Unión Europea y Redes Chaco (una plataforma donde trabajan en red más de 300 organizaciones de la sociedad civil), se está llevando adelante la iniciativa Impacto Verde, que tiene como objetivo promover el desarrollo sostenible de la región mediante soluciones concretas.
Específicamente, en Impacto Verde están abocadas seis de todas esas organizaciones (Redes Chaco, ProYungas, Fundación Avina, Fundación Gran Chaco, Pata Pila, Fundación Pronorte), que trabajan articuladamente en diferentes estrategias de innovación colectiva basadas en la naturaleza.
En efecto, son cuatro los aspectos de estrategias sobre los cuales articulan: innovación tecnológica, innovación productiva, innovación ambiental e innovación social. Estas líneas de desempeño buscan posicionar al Gran Norte Argentino como un actor competitivo, visibilizando en el mercado internacional las oportunidades disponibles.
Potenciar la región con un desarrollo sostenible
La idea es que se pueda potenciar el desarrollo productivo, pero con innovación social, tecnológica y ambiental, para que se realice siempre de manera sostenible en el territorio. “Tiene que ver con la creación de un sistema de innovación y la puesta en valor de los recursos naturales, económicos y culturales del norte grande sin ir en detrimento de ellos”, dice Nadia Bosch, coordinadora de comunicación de Impacto Verde.
“Lo que queremos es posicionar la región dentro del mercado internacional para que vengan a invertir en nuestra región, y que las condiciones en que se invierten mejoren las condiciones de calidad de vida de las comunidades regionales”, agrega.
Para explicarlo, lo grafica con un ejemplo. La producción forestal, que utiliza madera de árboles, puede tener un enfoque sostenible o no sostenible. Si se extrae más de lo que se necesita porque se vende muy barato y eso puede generar grandes ganancias, entonces el modelo de producción no es sostenible.
En cambio, una alternativa amigable con el medioambiente puede ser la creación de una figura jurídica que nuclee a distintos productores de la zona que, con la madera, generan una pieza de mejor valor, interviniendo con tecnología que puede darle trazabilidad. Logran un producto más valioso, obteniendo mejores ganancias y sin extraer tanto.
Fortalecer las cadenas productivas, un trabajo de hormiga
Impacto Verde ya tiene un año de desarrollo en el territorio. El enfoque no es específicamente ambiental, social o productivo, sino que a través de los actores evalúan cuál es la situación de base para realizar una propuesta de mejoras e innovación. Se trata de llevar a cabo un diagnóstico que evalúe cada una de las cadenas productivas de la región (bovina, miel, apicultura, artesanías, entre otras), y pensar un plan estratégico para potenciarlas a través de intervenciones.
Según detalla Mercedes Borrás, que está abocada a la cadena de ganadería bovina, más allá de que los pequeños productores de cada área presentan sus particularidades por la zona en la que se encuentran, existen problemas transversales a todos. Las vulnerabilidades son diversas, pero está todo muy interconectado, por lo que deben trabajar con cautela y ofreciendo las soluciones más sólidas posibles.
Los ejemplos son varios. Desde los más complejos hasta los más sencillos. Por caso, para que los productores puedan comercializar en el mercado formal necesitan tener regularizada su información fiscal. Para hacerlo, deben acercarse a la oficina más cercana, que a quienes viven en el monte les queda a cuatro horas de distancia.
Degradación de suelos
La problemática ambiental que atraviesa la región también es un limitante productivo. “Hoy hay gran porcentaje de los suelos que están en estado de degradación. Al mismo tiempo, hay una presión fuerte permanente por el uso de la tierra, dado que allí conviven diversos actores. No solo los pequeños productores sino también los grandes, que tienen otra capacidad”, aporta Borrás.
Esa erosión de los suelos que señala la especialista está relacionada en parte a prácticas de desmonte y en parte al sobrepastoreo. La ganadería es una práctica que está fuertemente instalada y que ha ganado mucho terreno en los últimos 30 años.
Ganar mucho terreno significa ir utilizando cada vez más áreas del territorio, sin concebir que muchas de ellas no tienen la misma capacidad de respuesta frente a su explotación. A esa poca capacidad de reposición, los suelos deben enfrentar las sequías, que, ante la falta de árboles por desmonte, termina siendo un agravante.
El desarrollo sostenible como solución
Por eso, una de las iniciativas que se llevan adelante desde Impacto Verde es el trabajo de recuperación de la superficie forrajera, lo cual trae además otros beneficios positivos: le quita presión al bosque, lo descomprime; y aumenta su potencial para capturar carbono.
Otra de las estrategias es ordenar los recursos naturales de la oferta forrajera. Esto es encontrar alternativas a los ciclos naturales de los suelos. Hay momentos del año en que el pasto es poco, y los productores deben alimentar el ganado de otra manera. Muchos suelen utilizar maíz, pero eso implica tener que invertir dinero en comprarlo.
Por el contrario, la propuesta de Impacto Verde es servirse de la algarroba, que en la zona se da bien. Abunda, crece correctamente. A pesar de su uso ancestral para la elaboración de harina de algarroba, también es, a su vez, un excelente alimento para los animales. ¿Las ventajas? Mayor resiliencia en términos económicos.
Feedback de los productores
El grado de aceptación de las familias campesinas es generalmente bueno. El pequeño productor necesita de acompañamiento técnico ya que las innovaciones del proyecto no son una tecnología de insumos sino de procesos. Mercedes Borrás lo argumenta: “Eso genera que los efectos no sean inmediatos, entonces hay que hacer seguimiento, acompañamiento y capacitación, y al mismo tiempo hay que evaluar si la intervención dio resultado”.
Nadia Bosch agrega: “Con Impacto Verde llevamos la posibilidad de experimentar los propios desafíos de la toma de decisiones. Que ellos puedan llevarlas adelante con las necesidades que tienen. Cada solución basada en naturaleza, no es una solución preexistente sino de nicho, única para esa comunidad. Esas son las características de esta iniciativa”.
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