Dos jóvenes chilenos crearon un innovador emprendimiento de leña ecológica a partir de residuos forestales

El emprendmiento de leña ecológica Calory Bricks busca transformar la manera en que las personas calientan sus hogares con una opción más segura y sustentable.

Con apenas 23 años, Franco Cariqueo y Constanza Soto han logrado dar una respuesta creativa y sostenible a una de las grandes problemáticas ambientales de la región donde viven. La leña ecológica que inventaron, ambos como estudiantes de Ingeniería Civil Industrial, puede revolucionar la forma en que se utiliza la madera en su país.

En el Bío Bío, una de las 16 regiones que tiene Chile, los incendios forestales descontrolados se repiten año tras año. En una zona donde la industria forestal es un fuerte pilar económico, los restos de la poda de árboles se vuelven focos peligrosos de combustión.

A raíz de un torneo de innovación del que formaron parte, en donde se invitaba a los participantes a proponer ideas para hacer frente a esta problemática, Franco y Constanza dieron en el clavo: ¿por qué no revalorizar esos restos forestales que quedan en el suelo aprovechando su poder de combustión?

Leña ecológica a partir de residuos forestales

Descubrieron que podían compactar esos residuos en una briqueta o ladrillo, obteniendo las mismas características de combustión que la leña convencional. Mejor aún, con esta nueva leña ecológica ofrecían una alternativa sustentable a otro dilema: la contaminación generada por el uso de leña para calefacción, que genera emisiones nocivas para el medioambiente.

Con su ladrillo hecho de biomasa, lograban reducir esas emisiones hasta en un 90%.

La propuesta de los dos estudiantes podría haber quedado simplemente en eso, en una propuesta para un concurso universitario. Pero fueron por más, y dieron vida a su propia startup, Calory Bricks, con la que buscan transformar la manera en que las personas calientan sus hogares.

Franco recuerda la pregunta que se hicieron: “¿Por qué no mezclamos estos dos problemas y los abordamos de una forma un poco más innovadora?”, dice el joven.

Cuando hablamos de residuos forestales, que son los que usan para fabricar el ladrillo, ¿de qué hablamos exactamente?

Nosotros trabajamos lo que son las distintas ramas y hojas que quedan posterior a los procesos de raleo y de poda. Son restos que quedan acumulados en los predios forestales. Algunos los utilizan para alimentar sus calderas, sin embargo, el nivel de residuos que se genera frente a lo que se utiliza en caldera es mucho mayor. Entonces queda ahí en los predios y lo que se genera es que en el verano, cuando esto ya está seco, se prende y expande los incendios forestales. Entonces, provoca grandes problemáticas a nivel ambiental y también a nivel de las comunidades. 

Traen una solución climática frente a una necesidad concreta y real que estaba atravesando la región

Sí. De hecho, nosotros tomamos el compromiso de dar una solución a un problema ambiental y climático desde el mismo territorio, que es algo que también es súper fundamental. Porque nosotros ambos somos de la octava región, la región del Bío Bío, una región forestal azotada por estos incendios y, aparte, muy golpeada también por la contaminación que produce el uso de estufa a combustión lenta con leña húmeda. Entonces abordarlo desde un enfoque territorial es algo de lo que nos sentimos profundamente orgullosos.

Mencionas leña húmeda. ¿La leña seca no tiene el mismo efecto contaminante?

Es específicamente porque la leña húmeda es la que genera cerca del 90% de las emisiones por material particulado en Chile. Al ser húmeda, no se logra combustionar bien, entonces genera muchas más emisiones. Si se ocupara leña seca se generaría también una reducción importante en esto, pero ahí hay otro punto bien relevante que es que nosotros, al aprovechar este tipo de residuos, finalmente estamos reduciendo la tala de árboles para combustión. Estamos utilizando el residuo de los árboles que ya se talaron, entonces dejamos de podar más árboles para poder calefaccionar los hogares.

crean leña ecológica a partir de residuos forestales

Créditos: gentileza Calory Bricks

¿Cómo fue emprender siendo apenas estudiantes universitarios?

La verdad es que bastante difícil, porque hay que lidiar con muchas cosas. Primero, la universidad de por sí ya es desgastante, ambos con varios proyectos en paralelo, por lo que estás llevando varias vidas a la vez. Creo que los emprendedores sabemos que parte de eso es el sabor especial de la vida, estar ahí enfrentando esas situaciones adversas. 

Esta leña ecológica que ustedes idearon podría haber quedado simplemente en un proyecto universitario, pero ahí es cuando le dan vida a la startup. Fue un paso importante

Sí, totalmente. Ganamos el primer lugar y nos dimos cuenta del valor que estábamos generando. Acá en Chile tenemos un actor estatal muy relevante vinculado a la innovación, llamado Corfo. Actualmente nos apoya con financiamiento, fomentando que ideas como estas surjan y se lleven adelante. Entonces, estar apoyados por la academia, por instituciones estatales y también estar vinculado al mundo privado, le da ese enfoque de “miren, lo que ustedes están haciendo, chicos, es lo que el país necesita para salir adelante y enfrentar estos distintos desafíos que llevamos en el día a día”. Eso fue una motivación enorme para poder concretar esto y llevarlo más allá de una idea. 

¿En algún momento se les cruzó por la cabeza pensar que eran demasiado jóvenes para afrontar este nuevo universo por delante?

La verdad, creo que nunca pensamos que esto iba a crecer tanto. Yo creo que incluso nos pilló un poco por sorpresa, pero una vez que ya estábamos ahí y nos dimos cuenta de cómo estaba creciendo, con Constanza nos dijimos: “¿Cuándo más vamos a tener una oportunidad de generar un impacto como este?”

¿Cómo es el presente de Calory Bricks?

Estamos terminando de montar nuestra planta piloto. Anteriormente teníamos un proceso de desarrollo manual muy artesanal, considerando que todo lo generábamos con muy bajos recursos. Ahora estamos terminando de armar nuestra primera planta semi industrial, con la que vamos a tener una capacidad productiva mucho mayor a la que teníamos anteriormente y con la que esperamos ya poder salir masivamente al mercado chileno, inicialmente.

¿Y cómo es el proceso de producción?

Lo que hacemos primero es tomar los residuos forestales. Dependiendo de las condiciones en las que vengan, ahí tienen ciertos procesos de limpieza. Posteriormente, hay que reducirlo a un aserrín mucho más fino. Después viene todo un proceso de secado. Luego, un proceso de compactación. Ahí buscamos lograr determinados porcentajes de compactación y humedad de las briquetas por dos motivos: por un lado, para que no genere emisiones de material particulado, provocados en gran medida por la humedad; y por otro lado, porque la compactación cumple un rol importante para la combustión. Como paso final, ya solo queda el embalaje y ahí está listo para usar. 

jóvenes universitarios chilenos crean una leña ecológica a partir de residuos forestales

Créditos: gentileza Calory Bricks

¿En cuánto logran reducir las emisiones con esta leña ecológica?

Eso depende de las condiciones en donde se esté quemando, pero nuestros registros dicen que hemos logrado reducir más del 90% de las emisiones de material particulado en comparación con la leña húmeda.

¿Para fabricar la briqueta tuvieron que innovar con el diseño de alguna herramienta especial?

Sí, hemos tenido que ingeniarnosla un poco. Algunas las desarrollamos en conjunto con expertos que nos han estado apoyando. Otras ya existían de otros procesos similares y las reciclamos. En general, es un proceso que requiere cierto nivel de innovación por la materia prima, pero también tiene mucho de cosas que ya se utilizan en la industria; eso también nos ha facilitado mucho para expandir este producto a un nivel más industrializado. 

¿Cómo es el proceso de recolección de los residuos forestales?

Estamos trabajando con empresas que brindan el servicio de retirada. También con empresas forestales, grandes, pequeñas y medianas, para que puedan valorizar esto.

¿Qué feedback han tenido del público?

Nos hemos encontrado de todo, pero en su mayoría mucha gente ansiosa por tener esto en su día a día, por ver cómo esto podría ser parte del futuro. Creo que eso es con lo que nosotros nos quedamos, lo que nos motiva a seguir, así que esperamos poder cumplir con todas esas expectativas. 

¿Y los más escépticos?

Nosotros siempre estamos abiertos a recibir distintos feedback, de donde vengan, porque creemos que parte de innovar también es escuchar, también es empatizar y por eso estamos constantemente mejorando. Estamos totalmente abiertos a conversar, a mejorar, porque creemos que nosotros no lo tenemos todo zanjado tampoco, y es parte del proceso de innovación y de creación. Y espero que dentro de esas conversaciones también salga algo que nos pueda hacer mejorar, crecer y pueda continuar aportando. 

¿Ven a su generación más interesada por nuevas alternativas sostenibles?

La verdad es que veo a la sociedad en general, no solamente a los jóvenes, un poco más interesada. Ya forma parte del diálogo día a día. Sin embargo, me gustaría que fuera aún más. Creo que aún nos falta, creo que los desafíos son enormes y que hay que continuar. Si no, no vamos a llegar a lo que se necesita finalmente. Así que creo que, si bien han habido avances, aún falta camino por recorrer.