¿Cuáles son las consecuencias de la tala de árboles en el Gran Chaco?

La perdida de biodiversidad es una de las consecuencias de la tala de árboles en el Gran Chaco, pero no es la única. Descubre otros impactos.

Una de las consecuencias de la tala de árboles en Gran Chaco es que alrededor de un millón de especies se enfrentan a la extinción. Esto es, principalmente, debido a la destrucción y la fragmentación de sus hábitats naturales. La segunda superficie boscosa más extensa de América Latina es uno de los bosques más talados del planeta.

El bosque del Gran Chaco es compartido por cuatro países latinoamericanos: Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil. En la región habitan nueve millones de personas, con un alto porcentaje de poblaciones indígenas. El Gran Chaco es también vulnerable al cambio climático con sequías prolongadas que afectan, entre otros, la disponibilidad de agua.

Argentina tiene el 60 por ciento de la extensión total del Gran Chaco. Sigue Paraguay con el 23 por ciento, Bolivia con el 13 por ciento y Brasil con el cuatro por ciento. En este territorio transfronterizo se han registrado, al menos, 50 ecosistemas diferentes.

Los bosques: herramientas vitales contra el cambio climático

Las consecuencias de la tala de árboles contribuyen a la pérdida de las funciones vitales que aporta el Gran Chaco. Los bosques regulan el clima de la tierra. Ellos intercambian más carbono, agua y energía con la atmósfera que otros ecosistemas terrestres. Los bosques son vínculos vitales entre el clima, el agua y los alimentos.

Según el Informe Planeta Vivo 2022, los bosques “almacenan más carbono que todas las reservas explotables de petróleo, gas y carbón del planeta”. Entre el 2001 y el 2019, los bosques absorbieron 7,6 gigatoneladas de CO2 de la atmósfera al año. En este período, los bosques absorbieron el 18 por ciento de las emisiones de carbono generadas por la humanidad.

Las emisiones de carbono también son consecuencia de la tala de árboles. La deforestación en regiones como las del Gran Chaco conduce a climas más cálidos y secos. La tala de bosques en América del Sur y África central podría incrementar la temperatura media durante el día en unos 7-8 grados centígrados. A esto se añade una potencial disminución de lluvias en esas regiones del 15 por ciento aproximadamente.

consecuencias de la tala de árboles en Gran Chaco

Foto: Rewilding Argentina

¿Cuáles son las causas de la deforestación en el Gran Chaco?

La conservación del Gran Chaco se ha visto amenazada por la ampliación de la frontera agrícola y ganadera, la cacería y el cambio climático. En materia de cambio en el uso de la tierra, hay registros de estas disputas desde finales del siglo XVII entre pueblos originarios y conquistadores.

Entre 1985 y 2013, se taló el 20 por ciento del bosque del Gran Chaco. Y entre 2010 y 2018, se deforestaron 29 mil kilómetros cuadrados, sobre todo para el desarrollo agrícola de Argentina. Los planes ganaderos que se promueven en algunos de los gobiernos locales aceleran la deforestación de estas tierras. También impulsan la tala de árboles el alto precio de la soja transgénica y la escasa protección ambiental.

La tala de los bosques nativos del Gran Chaco genera disputas por la propiedad del suelo entre empresas e indígenas. El origen de la pérdida de estas tierras está relacionado a la obtención, de una manera más rápida y con menos costos, de materias primas y alimentos como la carne de res.

Consecuencias de la tala de árboles: Más que un tema netamente ambiental

Una de las consecuencias de la tala de árboles es la pérdida de la biodiversidad de nuestros bosques. Pero el cambio climático y la pérdida de dicha diversidad no son asuntos exclusivamente ambientales. La seguridad alimentaria, la economía y el desarrollo social, moral y ético de las diferentes comunidades también están involucrados.

Diversificar los sistemas de producción de alimentos es una forma de aumentar la productividad, generar resiliencia al cambio climático y conservar la biodiversidad. De esta manera, el Informe Planeta Vivo 2022 hace un llamado al sector de cultivos y animales para su transformación productiva.

En la actualidad, grandes empresas de comidas rápidas y ultra procesadas integran la deforestación dentro de su cadena de suministro de carne de res. En esta cadena mundial de suministros también están la soja, el aceite de palma y la madera. Según Mighty Earth, “queda una gran brecha entre lo que las marcas mundiales de alimentos prometieron hacer con respecto a la deforestación y las acciones reales emprendidas en sus cadenas de suministro de carne”.

El científico perteneciente a la organización WWF, Pablo Pacheco, ofrece un dato importante. “La agricultura, la silvicultura y el uso de la tierra representan una cuarta parte de todas las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, afirma. Por consiguiente, abordar la pérdida de bosques contribuye a la reducción de las causas del cambio climático. “No hay alternativa si queremos lograr nuestros objetivos climáticos globales”, propone Pacheco.

Cuidar los bosques, es cuidar el planeta

Otras consecuencias de la tala de árboles son la contaminación atmosférica y la pérdida de la capa vegetal del suelo. El resultado es un impacto en el ciclo del agua y la captura de CO2.

La tala de árboles en el Gran Chaco también podría hacer desaparecer especies endémicas como el quebracho. En tan solo 10 años, esta especie ha pasado a integrar la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Investigadores de la región explican que “el 85 por ciento de la superficie original de un bosque único como es el ‘Quebrachal’ prácticamente está perdido y no se puede recuperar”.

Las consecuencias de la tala de árboles también se ven reflejadas en el empobrecimiento de las comunidades locales. Además, los sistemas agropecuarios pierden su resiliencia y son más afectados por el cambio climático. Según la FAO, los bosques pueden reducir los efectos de las inundaciones y prevenir y reducir la salinidad de las tierras áridas y la desertificación.

Río del Gran Chaco

Foto: Rewilding Argentina

¿Hay alternativas para combatir las consecuencias de la tala de árboles en el Gran Chaco?

La tala de árboles en el Gran Chaco no disminuye. Solo entre marzo y abril de 2020, este ecosistema perdió más de 6.500 hectáreas de bosque. Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay han empezado a pensar en una conectividad ecológica en la región.

Con esfuerzos conjuntos, los países buscan identificar los corredores ecológicos importantes para el yaguareté, como especie sombrilla en la zona. También se pretende promover una mejor gestión de las tierras de uso productivo para permitir que la vida silvestre se mueva a través de ellas.

Incluso, sin ser habitante de la región del Gran Chaco, se puede contribuir a la conservación de este bosque nativo. Evitar el consumo de productos asociados a la deforestación, como ciertas carnes, representa acciones para combatir la tala intensiva de árboles y sus consecuencias.

El Gran Chaco es el segundo bosque más extenso de Sudamérica y su destrucción tiene un impacto negativo gigantesco. Dejar su vegetación en pie es clave para la sostenibilidad en el corto, mediano y largo plazo.

 

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