Crean el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya: qué es y por qué es necesario

México, Guatemala y Belice crearon el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya para proteger a la segunda selva tropical más grande de América.

En un acuerdo histórico de conservación ambiental que involucra a tres países, México, Guatemala y Belice firmaron la creación del Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya. Se trata de una iniciativa que busca proteger a la segunda selva tropical más grande de América (después del Amazonas), que tiene una extensión de 5,7 millones de hectáreas.

El acuerdo logra un impacto simbólico desde su concepción por tratarse de una iniciativa trinacional. Es decir, reúne a tres países distintos que asumen la responsabilidad de compartir biodiversidad, tradición cultural e impacto social, y que deciden trabajar mancomunadamente para tener un poder de acción mucho más grande y efectivo del que tendrían los tres por separado.

Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya, refugio del 12% de la biodiversidad del mundo

El Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya fue creado para conservar y proteger las 5,7 millones de hectáreas que comprenden esta inmensa región verde ubicada en Mesoamérica, que se reparte en 2,7 millones de hectáreas en Guatemala, 2,4 millones de hectáreas en México y 0,6 millones de hectáreas en Belice.

El acuerdo asegura la continuidad o conectividad ecológica entre territorios, permitiendo el libre tránsito de especies y que procesos naturales fluyan sin interrupciones. Así, el Corredor posee 27 áreas protegidas de Guatemala, 12 de México y 11 de Belice.

Portadora del 12% de la biodiversidad a nivel mundial, esta zona contiene elementos sagrados no solo para el ambiente sino también para la rica historia de los países que la conforman.

7000 especies de flora y fauna. Sitios arqueológicos. Manglares, petenes, selvas tropicales bajas, medianas y altas. Humedales, ríos, lagunas. Comunidades indígenas y pueblos originarios que han habitado históricamente el lugar y que mantienen saberes ancestrales.

Las características de la Selva Maya son una fuente inestimable para la vida en el planeta, capaces de almacenar grandes fuentes de carbono, mitigar el cambio climático, regular recursos hídricos, ser refugio de miles de especies y también hogar de familias enteras.

México, Guatemala y Bélice crean el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya

Deforestación, tráfico ilegal de especies e incendios: amenazas al pulmón verde de Mesoamérica

El Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya busca contrarrestar el peligro al que se enfrenta la región, que ha sido sometida a fuertes avances de deforestación, tal como indica un estudio de WWF, que la consideró como una de los 24 principales focos de deforestación del mundo.

En esa problemática a resolver se encuentra la tala de árboles indiscriminadamente y los incendios forestales.

Ahora mismo hay unas 200 especies en riesgo, otras 50 prioritarias y otras 50 endémicas. Uno de los compromisos está en detener su tráfico ilegal. El jaguar, el tapir, el mono araña, el mono aullador o el águila harpía son algunos de los ejemplares a rescatar. También los polinizadores y las abejas melíferas, abejas sagradas de la cultura maya. Es decir: hay mucho por hacer.

“No es fácil. Es un reto. Pero si no lo hacemos entre todos esto no se va a lograr”, aseguró Alicia Bárcena, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México.

La propia WWF celebró el acuerdo trinacional. “Aplaudimos la decisión de los mandatarios de los tres países custodios de la Gran Selva Maya de imprimirle este renovado impulso a los esfuerzos de salvaguardar esta maravilla natural y cultural de importancia global, y de orientar su desarrollo por una senda de conservación, buena gobernanza e inclusión local”, dijo Óscar Rojas, Director de Conservación.

Las comunidades de la selva, actores fundamentales: “Debemos aprender de ellos”

En efecto, la alianza no persigue únicamente un fin proteccionista, sino también impulsar el desarrollo de las comunidades de la zona. Más aun, trabajará con ellas para implementar las estrategias de conservación y para entender cómo potenciar los beneficios ambientales que ofrece.

La declaración conjunta entre los países reconoce explícitamente a las culturas vivas de la zona como cuidadoras de la naturaleza y sin las cuales sería imposible proteger los ecosistemas.

“Ellos son los que han preservado esta selva y nosotros debemos aprender de ellos para ver cómo lo han hecho y cómo nos podemos potenciar para que lo sigamos logrando”, señaló Bárcena.

“Tenemos que lograr cambiar el paradigma de producción y de consumo en esta zona. Que se pueda producir de manera diferente”, sostuvo. “Que podamos rescatar conocimientos ancestrales y saberes para ponerlos en práctica. Se trata también de que las comunidades tengan una vida óptima y con bienestar”, añadió.

Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya

Turismo sostenible

En ese sentido, otro de los focos abordará el turismo sostenible de la selva, un aspecto fundamental para continuar promoviendo el conocimiento de esta región verde pero reduciendo los efectos negativos que pueda generar la visita de foráneos en el ecosistema.

El acuerdo trinacional incluye la creación de un Consejo de Autoridades Ambientales, un Consejo de Autoridades de Áreas Protegidas y un Consejo de Comunidades. También se compartirá información y tecnología aplicada, además de entrenamiento en el manejo del fuego, la deforestación y la gestión de recursos que ofrece el territorio.

Como gesto simbólico y de conmemoración también se estableció el 15 de agosto como efeméride, bajo el nombre de “Día de la Gran Selva Maya”.