Cómo funciona la ley que protege los bosques marinos de macroalgas en Argentina

Sancionada a fines de 2024, la ley representa un gran paso para la conservación de un inmenso ecosistema de macroalgas en Tierra del Fuego.

Así como existen bosques en la superficie, también existen bosques debajo del agua. Así como existe deforestación en la superficie, también existe deforestación debajo del mar. Por eso es tan importante la histórica ley que se promulgó en Tierra del Fuego, la provincia más austral de la Argentina, para la protección de los bosques nativos de macroalgas.

La normativa provincial fue sancionada, de forma unánime, a fines de 2024, y representa un gran paso para la preservación de un inmenso ecosistema que habita en las costas de la región y donde las algas son organismos dominantes. Ecosistema que, desde hace algunos años, se ha visto fuertemente amenazado.

Macroalgas, actor clave para la conservación de bosques marinos

Se estima que, a lo largo de los últimos 50 años, los bosques marinos se vieron disminuidos en casi un 40% a nivel mundial. El aumento de la temperatura global del agua es la principal razón, pero otro factor también impacta de manera directa: la extracción directa de algas, que impide al ecosistema regenerarse de manera adecuada.

En este panorama, la gran extensión de bosques marinos que tiene Argentina, sobre todo en Tierra del Fuego y la Patagonia, todavía se mantiene suficientemente inalterada. Sin sufrir demasiadas consecuencias todavía, representan un refugio para su biodiversidad.

Por eso era allí donde había que trabajar y por eso la ley es un paso temprano. Anticiparse a la degradación para establecer normativas que permitan hacer un uso responsable. Sobre todo, teniendo en cuenta que la explotación de las algas avanza de manera sostenida.

proteger las macroalgas es esencial

Créditos: Fundación Por el Mar

“Aprovechar de forma sostenible es una forma de conservar”

Ley de Lineamientos generales para la conservación y el manejo sostenible de los bosques marinos de macroalgas conformadas por la especie Macrocystis pyriferia. Así se denomina formalmente esta nueva legislación provincial, que promueve una alternativa productiva para desarrollar la alguicultura (agricultura de algas) de forma sustentable.

Su promulgación fue gracias al trabajo conjunto de más de dos años entre distintas áreas del gobierno local, de CADIC (Centro Austral de Investigaciones Científicas de CONICET) y de la Fundación Por el Mar.

Ángeles de la Peña, coordinadora de Fundación Por el Mar para Tierra del Fuego, explica: “Muchas veces la conservación se asocia a la prohibición de algo. Para nosotros, en realidad, tiene que ver con la forma de vincularnos. No es: ´No consumas, no comas productos de mar, no los aproveches´. Sino que es cómo consumís esos productos o cómo los aprovechás”.

“Para nosotros, inclusive, la pesca artesanal o el consumo de productos del mar es una forma de vincularte, es una forma de proteger. Porque es parte de tu identidad. Si vos lo aprovechás, lo vivís, lo comés, lo disfrutás, lo vivenciás, eso genera el vínculo y genera las ganas de protegerlo. Entonces, poder aprovecharlo de manera sostenible, para nosotros, es una forma de conservar o de proteger”, agrega.

¿Por qué son importantes los bosques marinos?

-Porque cumplen distintas funciones. Algunas tienen que ver específicamente con el cambio climático, que es la captura de dióxido de carbono y liberación de oxígeno. Pero además son como los bosques en la tierra: son ecosistemas que funcionan como espacio de alimentación, de cría y de reproducción de muchos animales del mar. Y que a nosotros inclusive nos afectan o nos benefician porque son pesquerías comerciales importantes, porque regulan el clima, moldean la costa, el paisaje, porque son espacios donde podemos realizar turismo o generar momentos de recreación y de ocio.

¿Qué cualidades tienen las macroalgas que resultan tan tentadoras?

-Hoy hay un mercado para el consumo de algas que es altísimo, que está creciendo y que tiene fines diversos, desde la farmacéutica, la cosmética, los bioestimulantes, y esto se da alrededor del mundo. También se consume como alimento. Acá tenemos el ejemplo de Chile, que quizás es lo más cercano que tenemos del lado de Tierra del Fuego. En la costa de Chile se perdió muchísimo el bosque de algas porque se extraía directamente. Vos tenés diferentes formas de poder aprovechar el alga y eso es lo que nosotros estamos investigando como alternativa.

las macroalgas tienen muchas propiedades por eso es importante su conservación

Créditos: Fundación Por El Mar

¿Cómo sería?

-En el caso de la Macrocystis [el tipo de alga con el que trabaja específicamente Fundación Por el Mar], vos podés extraerla directamente desde el grampón, que serían como las raíces de una planta. No son raíces porque el alga no es una planta, pero sí tienen un sistema que se adhiere al fondo rocoso. Entonces, si vos lo extraés desde el grampón, el alga no puede reproducirse, se pierde. En cambio, si vos la cultivás como se cultivan otras especies o una huerta, le das la chance a ese ecosistema de que se siga regenerando constantemente. Desde Por el Mar estamos investigando y desarrollando una prueba piloto en la Bahía San Julián.

Eso es lo que se denomina alguicultura, ¿no?

-Exactamente. La alguicultura es la actividad general vinculada a la acuicultura de algas, en cualquiera de sus formas. Del aprovechamiento del alga como un recurso. Nosotros estamos tratando de implementar la siembra regenerativa, que evitaría que los bosques nativos marinos se pierdan.

¿Esa siembra regenerativa se realiza debajo del agua?

-Se hace en el mar. Lo que se hace es extraer una fronda, que sería como una hoja de una planta. Se extraen las frondas de algas que están en el mar pero sin extraer el alga entera, o sea, sin alterar el ecosistema. Vos solamente sacás las frondas reproductivas para después poder, con esas esporas, cultivar nuevas algas. Y cuando tenés esas esporas, después las volvés a poner en el mar. Pero sin quitar un alga.

-Ustedes proponen un método alternativo y sostenible, ¿cuál es la forma convencional que ven como negativa?

-La extracción directa. Hoy nosotros en Argentina no lo tenemos tan incorporado porque existe un consumo artesanal de las algas; el problema es cuando ese consumo se da de manera industrial, cuando lo que está pujando por la extracción son volúmenes mucho más altos de lo que es un consumo artesanal. Cuando se extrae de manera artesanal tiene que ver con consumos mucho menores. El tema es la necesidad industrial que se puede generar alrededor del alga. En esas cantidades es cuando el daño es mucho mayor.

La ley sancionada en Tierra del Fuego para conservar las macroalgas

Créditos: Fundación Por el Mar

-¿Existe una ley parecida en alguna otra parte del mundo?

-Existen leyes en otros lugares del mundo que tienen que ver con el aprovechamiento del ecosistema, pero no necesariamente con su conservación. La diferencia es que lo que se aprobó en Tierra del Fuego, además de establecer los parámetros o lineamientos de cómo aprovecharlas, tiene un fin de protección. Ese es el factor diferencial.

El impacto de la nueva ley sancionada tuvo repercusión en otros países que también están tratando de proteger los bosques de algas. La normativa de Argentina fomenta el cultivo y la investigación científica, y le pone un freno a la deforestación desregulada, que no solamente genera la pérdida del alga, sino de todo lo que está asociado a ella: otras especies, actividad pesquera, turismo, gastronomía, identidad cultural.

No solamente nos beneficia a nosotros, que estamos acá en Tierra del Fuego, sino que además beneficia a la región y al mundo, porque estos ecosistemas cumplen un rol a nivel mundial.